El medio japonés Asahi Shimbum ha dado la voz de alerta de un noticia comentando que Toshiba podría cerrar algunas de las fábricas donde se producen los televisores. Así, la compañía podría abandonar la producción de televisores en un intento de sanear sus cuentas en uno de sus momentos más complicados.
Los últimos resultados oficiales de Toshiba anunciaron pérdidas de 1.088 millones de dólares. Un balance que llegó después de seis años de datos financieros de beneficios abultados dados por «malas prácticas contables». Un problema que le está pasando mucha factura.
Aunque la diversificación de negocios de Toshiba es una ayuda, la desintegración del fabricante parece una realidad cada vez más constatable. Las malas prácticas le han obligado a un reestructuración que también podría afectar a 7.000 trabajadores y algunas subsidiarias.