Sony ha presentado una nueva solución de almacenamiento basada en estado sólido, SSD G-Series, destinada al mercado profesional y con la resistencia como protagonista.
Las unidades de estado sólido SATA han alcanzado el tope de rendimiento que permite esta interfaz y el fabricante que quiera diferenciarse tiene que optar (si no apuesta por las unidades PCIe) por mejorar el tipo de memoria utilizado, el controlador o la resistencia/durabilidad de las unidades.
Sony apuesta por lo último con estas SSD G-Series destinadas especialmente a dispositivos de grabación de vídeo o creadores de contenido multimedia y en general, a profesionales que necesiten la salvaguarda de los datos, además de un determinado nivel de rendimiento.
Estas unidades ofrecen ambas características. Disponen de una velocidad de transferencia de datos superiores a 550 Mbytes por segundo en modo lectura, mientras que alcanzan un máximo de 2.400 TBW (Terabytes escritos), lo que se traduce en 10 años de uso en condiciones normales.
Las unidades son capaces de grabar vídeo a resoluciones 4K 60p sostenidos, con velocidad de escritura estable cercana a los 500 Mbytes por segundo.
Las Sony SSD G-Series estarán disponibles en el mes de mayo en dos capacidades de almacenamiento. 480 Gbytes con un precio sugerido de 287 dólares y 960 Gbytes con precio de 539 dólares.
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