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5 lecciones que nos deja Microsoft con la compra de GitHub

A principios de semana Microsoft oficializó la noticia sobre la compra de GitHub. El servicio, que ofrece servicios de control de versiones para desarrolladores, ha sido adquirido por 7.500 millones de dólares. Un montante que evidencia la importancia del open source y desarrollo para el gigante que pone foco en una comunidad con mucho potencial.

Más allá del miedo que ha provocado esta operación en la comunidad de desarrolladores, la compra nos muestra realidades interesantes que no deben ser ajenas al canal de distribución TI. Pero ¿cuáles son? ¿con qué nos quedamos? Aquí algunas de las que hemos querido destacar.

Open source, más importante que nunca

Hace tiempo que los gigantes han puesto el foco en el software libre. No en vano la estrategia aperturista de Satya Nadella desde 2014 ha ido en esa línea pasando de «odiar» el open source a amarlo.

De hecho, la adquisición de Github vuelve a poner en el centro de la acción esta comunidad con los desarrolladores como protagonistas. Un universo clave para aupar los proyectos cloud de la casa pero, sobre todo, para avanzar en la industria tecnológica.

Colaboraciones y más colaboraciones

La compra de este servicio no solo viene a integrar una potente herramienta sino también a buscar nuevas sinergias dentro del canal de distribución. La start-up contaba desde 2016 con un programa en expansión que cuenta con socios tecnológicos de altura como IBM, Accenture, DXC o Fujitsu. Un nuevo ecosistema con el que Microsoft tomará contacto desde una nueva perspectiva.

Y es que la industria tecnológica vive un momento de simbiosis sin igual. Si hace unos años nos hubieran dicho que marcas de automoción iban a asociarse con tecnológicas para crear sistemas de entretenimiento, seguramente no lo hubiésemos creído. Actualmente es una realidad cotidiana entre otras muchas que nos muestran que las interconexiones no solo son interesantes sino casi obligatorias para sobrevivir.

Especialización es un grado

Es difícil imaginar que Microsoft con su tamaño y capacidad de innovación no sea capaz de hacer algo como Github. CodePlex, lanzado en 2006, era precisamente ese producto que no funcionó tan bien como se esperaba. De ahí esta inversión.

Los 7.500 millones de dólares que ha pagado Microsoft por Github son una cifra suficientemente importante para entender el valor de la especialización y el conocimiento. Y es que aquellos que se enfocan en nichos concretos cada vez tienen más posibilidades de encontrar un camino de gloria si son capaces de entender el valor y necesidades en ese segmento.

El cloud no es solo cloud

Servicios como Github eran claves para los desarrolladores, sobre todo, aquellos que trabajan en Amazon Web Services más que para los que estaban enfocados en Azure. Una herramienta que cambia de dueño y muestra que la nube es mucho más que los centros de datos.

Aunque en ocasiones se intenta ser reduccionista, el universo que engloba la nube es tan amplio que abarcarlo es casi imposible. Algo que saben los gigantes del cloud e intentan remediar utilizando el potencial de partners, desarrolladores y otras figuras del canal TI.

Beneficios a largo plazo

En los últimos tiempos Microsoft ha invertido en importantes corporaciones y pequeñas start-ups de nicho: LinkedIn, Yammer o la más reciente, Github. Todas ellas operaciones que le han costado al fabricante un presupuesto que en algún momento tendrán que rentabilizar. Pero los de Redmond no parecen tener prisa por ello.

La estrategia nos muestra la necesidad de ver los proyectos a medio largo plazo. Aunque es evidente que no todos somos Microsoft -ni tenemos su caudal económico- mirar al horizonte y plantearse propuestas de largo alcance debe ser un objetivo empresarial. Nada se consigue de hoy para mañana pero si se puede ir allanando el camino para que en el futuro sea posible.

Imagen | Ben White