La ciberseguridad gestionada es un nuevo modelo de entrega de soluciones que está en boga. Los fabricantes impulsan esta fórmula y los proveedores de servicios (MSP) la acogen con entusiasmo porque supone más rentabilidad para sus negocios. Y en este entorno se cobijan las soluciones SASE, una tecnología que combina diferentes aproximaciones para dar una protección empresarial más concreta.
Si nos ceñimos a la definición más exacta de SASE podemos decir que es el acrónimo Secure Access Service Edge, es decir, la convergencia de los servicios de red y seguridad en una única plataforma entregada como servicio. Esto permite tener una visión más completa de la seguridad de la organización para poder detectar incidencias o brechas.
A este tipo de soluciones SASE suelen ir aparejada otras como XDR que incluyen una capa de detección y respuesta con la que, además de detectar, mitigan y dan una respuesta para evitar males mayores.
Como partners, proveer soluciones SASE nos ofrece las siguientes ventajas:
Aunque la ciberseguridad 100% es utópica, las soluciones SASE sí que proponen un espacio donde tener la máxima visión de muchos aspectos claves en una organización. Entender y ver qué está pasando en la red empresarial, además de vigilar los dispositivos o las diferentes fuentes digitales del negocio es posible.
Así, se puede desarrollar una estrategia Zero Trust en base a estas soluciones SASE e integrar todo tipo de servicios de supervisión, actualización o detección y respuesta que puede ofrecer el MSP.
Es rara ya la empresa en la que sus trabajadores no trabajen en modelos híbridos. Una fórmula que ofrece muchos ventajas, pero a la vez añade retos a la organización en cuanto a su protección. Y en el camino de cubrir esos desafíos, SASE puede ser una opción.
Con SASE, los partners tienen a su alcance un solución que da respuesta a las necesidades más apremiantes de ciberseguridad en entornos híbridos. Una reclamación que se agudizado después de la pandemia y los obligadas transformaciones que han realizado muchas compañías.
En las pequeñas y medianas empresas una de las grandes barreras a la hora de adoptar soluciones de ciberseguridad, en concreto, y de tecnología, en general, es el desconocimiento o la falta de personal cualificado. En este sentido, las soluciones SASE dan respuesta y permiten a los MSP ofrecer un servicio de ciberseguridad a medida con la baza de la tecnología como aliada.
Con ello se puede incorporar ciberseguridad a los endopoints o nuevos dispositivos que se incorporen a la compañía de manera rápida y conseguir una ciberseguridad integral en pocos pasos. Un valor incalculable para aquellos pequeños negocios que quieren centrar su mirada en su especialización y no en la tecnología.
Además, los MSP pueden envolver la solución con desarrollos propios más a medida que cubran las necesidades de estas pymes en su evolución como empresas. Así, pueden ir creciendo con su negocio e ir incorporando nuevos servicios o tecnologías de valor.
El último punto es quizás uno de los más importantes y que de algún modo ya hemos mencionado. Y es que las soluciones SASE permiten a los MSP disponer de un «traje» que diseñar y desarrollar a medida de las exigencias del cliente. Una fórmula perfecta que permite dar servicio a cualquier compañía, sin importar sector, tamaño o condicionantes.
Una flexibilidad que, a la vez, permite convertirse en el partner TI fundamental y construir una relación de largo recorrido. Una fidelización que hará que el negocio vaya más allá de la ciberseguridad y seamos el compañero de la transformación digital que toda compañía quiere a su lado.