Un comercio físico o una tienda on-line son espacio específicamente creados para vender. No obstante, en un mundo donde los usuarios están cansados de que les quieran vender todo, utilizar otras fórmulas para llegar a ellos, puede ser una buena solución. Concretamente, hoy hablaremos del blog corporativo.
Vender es una acción que se puede realizar desde muchos sitios en Internet. Desde llegar a los usuarios a través de un perfil en Facebook o Twitter o un banner hasta cualquier otra acción de marketing. En este caso, utilizaremos los contenidos para promocionar nuestra imagen, empresa y por consiguiente, llegar a la venta.
Si ya estamos convencidos de la eficacia de un blog corporativo, podemos encontrarnos en dos fases; crear nuestro blog o si ya lo tenemos, en la de aportar las herramientas básicas para que el público vaya luego a nuestra tienda. Estos son algunos consejos:
Además de ayudarnos a vender, un blog corporativo aporta mucho más; muestra la experiencia que tenemos en el ámbito que trabajemos, apoya la estrategia de generación de imagen, da valor añadido, nos acerca a nuestros clientes y potenciales y lo más importante, nos permite tener una vía de contacto con los internautas.
Una vez que tenemos claro que queremos un blog corporativo, tenemos que saber que la estrategia es una carrera de fondo que no tiene resultados espectaculares el primer día. Sin embargo, si “mimamos” nuestro blog con una frecuencia más o menos estable, iremos viendo que realmente sirve.