Aunque la caída ha sido generalizada, en países como Brasil u otros del sureste asiático las ventas de estos tablets con teléfono se han visto reemplazadas por phablets, otro de los competidores directos de los tablets.
Los tablets llevan unos meses viendo como la demanda va cayendo. La competencia de los smartphones en todas sus variantes por abajo y de los portátiles por encima, dejan a estos dispositivos en un intermedio que ya no parece tan atractivo para los consumidores.
Aunque todavía hay nichos de explotación como el terreno profesional, los tablets con teléfono no ayudan a solventar este bache. Un descenso del mercado que tendrá que aprender de otros terrenos como el PC y evolucionar para subsistir.