La realidad virtual no repetirá la debacle del 3D según los analistas. Más allá de los prometedores indicadores de negocio, se está convirtiendo en un fenómeno cultural que puede ser la señal más importante que las tecnologías de VR, realidad aumentada y 360 grados están llegando para quedarse.
A mediados de la pasada década la industria hablaba del 3D como la «nueva revolución tecnológica» en la manera de consumir contenido multimedia. Era necesaria la compra de nuevos y caros aparatos y el uso de unas gafas especiales para acceder a este mundo tridimensional.
Unos años después Samsung y Philips han sentenciado a muerte los televisores 3D al no incluir esta tecnología en ningún modelo de su gama 2016. El director de estrategia de producto y planificación de Philips, Danny Tack fue rotundo: “No hay contenido 3D y nadie quiere 3D. También complica mucho la creación de un televisor. La necesidad de los consumidores simplemente no existe”.
Si bien el mercado del cine en 3D en la gran pantalla sí está ofreciendo buenos resultados e ingresos multimillonarios en proyectos como Avatar y otros, la tecnología ha acabado en fiasco a nivel de consumo.
Su conexión entre ambas es evidente pero los analistas hablan de factores diferenciadores tan importantes como:
3D, por el contrario, se quedó corto en todas esas áreas. Más allá de las películas y la televisión no ha alcanzado ningún uso general, incluyendo el móvil, segmento vital hoy en día. Los televisores 3D comenzaron caros y no bajaron demasiado, y la promesa de alto número de contenido nunca se materializó.
Otra gran ventaja de la realidad virtual es que ofrece la oportunidad de una experiencia multimedia verdaderamente personalizada, tanto para el usuario como para la industria. Ver una película VR puede convertirse en una experiencia diferente en cada visualización, gestionada por el usuario y no la dictada por los realizadores.
Las tecnologías de realidad virtual tienen el potencial de revolucionar casi todos los sectores de la economía y tal vez, actuar como salvavidas para algunos sectores en decadencia como los PCs o parados como el de móviles. Iremos valorando su penetración los próximos trimestres pero no, VR no será un nuevo 3D.