El parón que puede sufrir una empresa por una brecha de seguridad puede durar horas o días como en el caso más reciente de Wannacry. Un asunto que en el mejor de los casos, se puede quedar en ese freno de la producción corporativa y en el peor, puede suponer la perdida de información, de dinero o de reputación. Como partners tecnológicos, ¿qué podemos hacer para que esto no ocurra? ¿cómo podemos mitigar el impacto negativo?
Lo primero que tenemos que debemos dejar claro es que el impacto va a llegar. De una forma u otra los clientes serán atacados, principalmente, por una brecha de seguridad. Ese agujero será provocado, según un estudio de IBM, por ataques de cibercriminales en un 50%, una acción errónea de algún empleado en el 23% o un fallo técnico en el 27%.
Las brechas de seguridad, principal puerta de entrada
Esa brecha de seguridad afectará directamente a los datos, el oro del siglo XXI de las empresas. Información relativa a sus movimientos empresariales, los de sus clientes o cualquier otra aportación jugosa con la que se pueda sacar un rédito económico.
Sea cual sea la causa, estas brechas de seguridad pueden provocaron un coste medio a las empresas estadounidenses de entre 6,5 y 7 millones de dólares. La cifra media de perdida por datos robados se sitúa en los 221 dólares. Cantidades suficientemente importantes como para percatarse de la importancia de este área que en Europa se espera que crezca un 18% de cara a 2018.
La necesidad y oportunidad en el ámbito de la ciberseguridad es evidente. Cada vez más empresas se preocupan por tener una protección siendo esta prácticamente una obligación para mantener el negocio activo y sano. Sin embargo, nada es 100% seguro por lo que revisar todos los nichos de acción y contar con una estrategia de mitigación es clave. Y es ahí donde el partner juega su papel protagonista..
Como proveedor de seguridad debemos impulsar las siguientes pautas para abordar una estrategia de protección completa en nuestros clientes. Será la fórmula más eficiente para conseguir reducir esos 197 días que se suelen tardar en detectar un ataque y conseguir salvar esa barrera de desconocimiento que todavía impera en las compañías españolas:
Detrás de estas pautas que se puede ofertas como servicios gestionados, el partner debe acompañar su propuesta de una solución de seguridad adaptada a su cliente. Una protección que le permita proteger servidores, equipos y dispositivos móviles sin que esto signifique la disminución de productividad o accesibilidad.