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El 40% de la ciberseguridad es vendida por los partners

El mercado de la ciberseguridad sigue recogiendo negocio debido al interés obligado de las organizaciones. No en vano se espera que el sector crezca un 8% durante 2017 y continúe su senda alcista en los próximos años en una media del 8,6%. Un camino en el que el canal de distribución tiene mucho que aportar.

Un estudio de Markets and Markets examina precisamente a los integradores de sistemas relacionados con la ciberseguridad. En este sentido, se establece que el nicho es tremendamente dependiente de los socios de negocio; el 40% de los ingresos vienen por los partners (Tier 3) mientras que el 26% llega por los mayoristas (Tier 2) y el 34% directamente de los fabricantes (Tier 1).

A la hora de destinar los presupuestos dedicados a ciberseguridad son los directores los encargados de tomar tan solo una parte de las decisiones (24%). No obstante, cada vez es más importante ese 64% de responsables en diferentes áreas que añaden su conocimiento para seleccionar la mejor solución o integrador para su negocio.

Mirando el negocio por regiones una pequeña novedad. El 36% de los ingresos provienen de Europa mientras que Norteamérica se queda en una segunda posición con un 28%. Por detrás, la región Asia-Pacífico que generará el 23% del volumen.

Retos por delante

La ciberseguridad en si misma todavía es un desafío para muchas empresas. Las compañías, sin importar el tamaño, se enfrentan a un panorama en el que inevitablemente van a ser atacados en un momento u otro. Proteger, prevenir y controlar estos ataques deberá ser el objetivo número uno.

Sin embargo, no es el único reto en este sentido. A nivel europeo, normativas como el GDPR supondrán un antes y un después en las organizaciones que tendrán que proteger, aún más, los datos de clientes y proveedores.

Para ello, las empresas necesitan más que nunca la compañía de un partner. Una figura que sea capaz de proteger, asesorar e integrar las soluciones en una estructura empresarial concreta. Un terreno donde, como hemos visto, ya no hay un solo interlocutor por lo que el mensaje debe ser mucho más plural y sencillo.

Imagen | Yannik Wenk