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Minecraft, Google o Amazon: de lo que fueron a lo que son

Ya lo dice el refrán «lo importante no es cómo se empieza sino cómo acaba». El dicho popular encaja perfectamente con la trayectoria de muchas empresas y servicios tecnológicos que se han tenido que reinventar con el paso del tiempo y las exigencias de los clientes.

Y es que en plena época de transformación, cambiar de rumbo estratégico es más que común. Aquellos que un día nacieron con un fin, hoy tienen objetivos totalmente diferentes porque el tiempo y el mercado les ha marcado un camino mucho más rentable. Lo mismo ha pasado -y sigue pasando- en el canal de distribución TI. Veamos algunos casos destacados:

Minecraft

Lo que comenzó siendo un videojuego de construcción, ideado por Markus Persson dentro de la empresa formada por dos amigos, Mojang AB, ahora es uno de los títulos más conocidos entre los adolescentes. El juego ha llegado a hitos como el del pasado diciembre cuando 74 millones de usuarios estaban activos al mismo tiempo.

Pero Minecraft no solo se ha convertido en uno de los videojuegos más lucrativos de la casa de Redmond sino también un instrumento para educar. La edición para estudiantes y profesores cuenta con más de 35 millones de licencias en 115 países. Unos números que esperan hacer crecer con la implementación de esta versión en tablets iPad.

Amazon

Para definir qué es Amazon en la actualidad sería más sencillo decir qué no es. La compañía se ha convertido en un conglomerado de negocios donde cabe desde la venta on-line, su negocio más natural, hasta los servicios cloud pasando por el hardware o tecnología de asistencia virtual.

La idea que sobrevoló la cabeza de Jeff Bezos un 5 de julio de 1994 poco tiene que ver con el imperio que es hoy en día Amazon. Lo que dio sus primeros pasos como una librería on-line se ha convertido en una de los gigantes del comercio electrónico y, sobre todo, una de las principales referencias del negocio en la nube. Y es que de este último es de donde la corporación saca los verdaderos beneficios.

Google

Cuatro más tarde que Amazon apareció el proyecto de Serguéi Brin y Larry Page. Una página web donde se podía buscar otros sitios de Internet. Así comenzó Google un 4 de septiembre de 1998 en Mountain View.

Desde ese inicio hace 20 años, Google se ha convertido en un portento de Internet donde pocos servicios en la nube se le escapan: correo electrónico, almacenamiento, navegador, incluso, sistema operativo tanto para móviles (Android) como para ordenadores (Chrome OS). El gigante ha conseguido abrir sus alas conversando siempre su mayor referencia: el motor de búsqueda.

Nokia y BlackBerry

Dos ejemplos que se pueden combinar porque han seguido trayectoria similares que no iguales. Ambos fueron en su día estandartes de los primeros pasos en la telefonía móvil; Nokia lo hizo con sus móviles para el consumo mientras que BlackBerry se decantó por ocupar un plano más profesional. Ambos hace tiempo que dejaron ese sendero.

Lo que queda de la vieja Nokia relacionada con los móviles, ahora propiedad de HMD Global, tiene poco que ver con lo que era después de pasar por las manos de Microsoft. En sus mejores momentos, la compañía consiguió vender más 250 millones de unidades de su Nokia 1100, el dispositivo electrónico ocupó el lugar como el más vendido del mundo.

En 2005 Nokia alcanzó la marca de 1.000 millones de unidades vendidas de todos sus modelos. El récord fue conseguido con la venta de un Nokia 11000 en Nigeria. Todo ello le otorgó un lugar presidencial en la historia de la telefonía. Sin embargo, es su división de redes -la única viva dentro de la originaria compañía- la que continúa en el core que originaron los suecos.

Nokia vendió 250 millones de su 11000

Por su parte, BlackBerry ha vivido un proceso similar. Después de ser la referencia para todas las empresas en materia de telefonía móvil corporativa, la compañía ha tenido que reinventarse en varias ocasiones.

BlackBerry lanzó aquel 5810 que se puede considerar el primer smartphone del mundo antes de la llegada de Apple. Su fama llegó a su punto álgido en 2011 cuando contaba con el 3% de las ventas totales globales, haciendo de su fabricante el sexto más famoso con la cuota de mercado del 25 % de los teléfonos inteligentes.

Con la llegada del iPhone, el imperio de BlackBerry se desmoronó. En la actualidad la compañía, enfocada en software para movilidad empresarial, sigue remando pero con unos retos bien diferentes y bastante alejados de esos smartphones.

¿Y el canal TI?

El cambio en la industria tecnológica no afecta solo a las grandes tecnológicas y servicios. El canal de distribución TI también ha vivido sus propios cambios que, aunque menos radicales en cuanto a negocio en la mayoría de los casos, si suponen una nueva reorganización y estructuración de los mismos.

Por una lado tenemos a los mayoristas. Aquellos que hasta hace no mucho era meros «movedores de cajas», hace tiempo que son también proveedores tecnológicos. Estos han dotados sus estructuras de servicios y herramientas de valor añadido.

Por otro, los distribuidores clásicos. Una figura que va perdiendo presencia a medida que se impone aquel partner tecnológico capaz no solo de vender tecnología sino además de ofrecer un asesoramiento, acompañamiento y soporte de primer nivel.

Una reformulación a la que le acompañan nuevos modelos de venta como el pago por uso o las suscripciones donde el canal TI ha tenido que volver a repensar estructuras y estrategias.

Imagen principal |  Javier Allegue Barros