Después de todas las idas y venidas de las últimas semanas, finalmente se oficializa el acuerdo de Symantec con Broadcom por el que el portfolio de soluciones de ciberseguridad empresarial, además del branding del fabricante de ciberseguridad, pasan a manos del proveedor tecnológico de Hock Tan. Una operación de 10.700 millones de dólares que evidencia donde está el negocio en ciberseguridad.
Symantec así se convierte en dos empresas independientes: una dedicada a la parte profesional de la mano de Broadcom y otra que conservará la propia Symantec y se dirigirá a consumo con su popular marca de antivirus Norton.
El acuerdo con Broadcom además incluye una reducción de plantilla de en un 7% y el cierre de algunas instalaciones, en un intento de recortar aproximadamente unos 100 millones de dólares en costes.
El foco por parte de Broadcom en la parte profesional no es baladí. Este entorno se encuentra entre unos de los nichos tecnológicos con más potencial actual y futuro. No en vano, la unidad de ciberseguridad empresarial de Symantec generó 2.300 millones de dólares en ingresos en el último año fiscal lo que hace que esa una división de lo más suculenta.
En términos generales, en 2018 la ciberseguridad empresarial alcanzó un negocio de 37.000 millones de dólares. Un valor que todas las consultoras coinciden que continuará subiendo en los próximos años ya que en la actualidad tan solo representa el 2% del presupuesto TI y no está contemplado específicamente en el 87% de las compañías. Nichos como la banca lo tienen entre sus prioridades de inversión tecnológica.
Una oportunidad que se acrecienta con el auge de la amenazas a objetivos cada vez más concretos como las organizaciones y sus puntos más débiles como los proveedores o los departamentos con menos conocimientos tecnológicos. Es por ello que aumentar la inversión se convertirá en una obligación en los próximos años que debemos atender. Broadcom es más que consciente de ello ¿y tú como partner TI?