La facturación electrónica obligatoria llega a las empresas españolas: cómo abordarla

Con la aprobación de la Ley Crea y Crece, una de las derivadas obliga a las empresas a utilizar la facturación electrónica. Con ello se busca reducir la morosidad entre organizaciones, amén de otros beneficios.

El Congreso de los Diputados ha dado luz verde esta semana a la llamada Ley Crea y Crece, con la que se persigue fomentar y facilitar la creación de nuevas empresas agilizando los trámites y eliminando costes como los 3.000 euros de capital social mínimo, estableciéndolo en 1 euro.

No obstante, uno de los puntos más destacados que contempla es el de contribuir a dotar a las empresas de procedimientos de transparencia lo que, en consecuencia, llevará a la obligatoriedad del uso de la factura electrónica.

Se trata de un nuevo paso en los procesos de digitalización de las organizaciones ya que, hasta ahora, esta práctica ya era obligatoria para las empresas que tenían que realizar facturas con la Administración electrónica con Facturae. Ahora, las compañías deberán ampliar estos procedimientos para poder crear y remitir facturas electrónicas a cualquier otra empresa.

La facturación electrónica busca avanzar en la digitalización y reducir la morosidad

Su implementación se llevará a cabo en dos fases de acuerdo al tipo de compañía. Por un lado, aquellas empresas y autónomos que tengan una facturación anual superior a los 8 millones de euros tendrán un año para su aplicación una vez publicada la Ley Crea y Crece en el BOE.

Por otro lado, el resto de empresas contarán con un plazo de tres años para su aplicación. De esta forma, el objetivo es avanzar en la digitalización de las relaciones empresariales y reducir la morosidad.

Pero esta digitalización también debe permitir que los distintos servicios de facturación electrónica sean capaces de interoperar y lo hagan de forma gratuita para el usuario. En caso de no cumplir con estos requerimientos, las sanciones pueden elevarse hasta los 10.000 euros.

Otros beneficios de la facturación electrónica

Sin duda, la reducción de la morosidad será una de las grandes ventajas de esta obligatoriedad en el uso de la facturación electrónica. Gracias a la trazabilidad y control de pagos a través de los formatos digitales, además de controlar la facturación también permitirá tener un mayor control fiscal por parte de la Administración.

No obstante, se espera que los beneficios vayan mucho más allá.

La emisión de facturas electrónicas permitirá ahorros de hasta un 60%

Por ejemplo, de acuerdo con las previsiones que maneja Generix Group, esta digitalización permitirá a las empresas españolas conseguir ahorros de hasta un 60% en costes derivados de la emisión de facturas. Si el coste medio de procesar una factura en papel es actualmente de unos 13,8 euros, con la factura electrónica esta cantidad se reducirá hasta los 4 euros.

Esto no solo permitirá reducir costes del almacenamiento en papel, sino que también imprimirá mayor agilidad a los procesos al mejorar la visibilidad de las facturas en tiempo real. En consecuencia, se espera que esto conllevará un aumento de la productividad, mayor agilidad en la gestión de pagos, una reducción de errores y, por tanto, una clara mejora en la satisfacción del cliente.

Imagen inicial | Thomas Lefebvre