La Inteligencia Artificial marca el camino hacia las innovaciones del futuro

Pese a los desafíos económicos, uno de los mercados tecnológicos que se prevé que experimente un notable crecimiento en los próximos años es el de la Inteligencia Artificial (IA). La proliferación de soluciones que incorporan esta tecnología, así como de su impacto, impulsado por propuestas como ChatGPT, propiciarán su evolución con múltiples aplicaciones en campos muy diversos.

La Inteligencia Artificial es una de las tecnologías que sigue su ritmo ascendente a pesar de las adversidades económicas. Las innovaciones a su alrededor están resultando en soluciones que dan respuesta a muchos de los requerimientos actuales de organizaciones de muy diversa índole: desde empresas del sector de la fabricación, al energético, pasando por el ámbito sanitario, o el marketing, entre otros muchos.

No en vano, hay que tener en cuenta que la IA engloba todo un conjunto de tecnologías. El aprendizaje automático, PLN (procesamiento del lenguaje natural), OCR (reconocimiento óptico de caracteres), ‘Deep Learning’ o aprendizaje profundo, o RPA (automatización robótica de procesos), son algunas de las más destacadas.

Ante este amplio abanico de posibilidades, las aplicaciones de la IA son cada vez un mayor reclamo por los beneficios que aportan, y muy especialmente ante los nuevos retos a los que se enfrentan las organizaciones.

El auge de la Inteligencia Artificial Generativa

Sin lugar a dudas, una de las aplicaciones que está generando un gran interés es la llamada ‘Generative AI’, o Inteligencia Artificial Generativa. Si bien el término es relativamente nuevo, parte del machine learning y su aplicación ya existe desde hace bastante tiempo, aunque es ahora cuando se está explotando su potencial.

Se trata de un tipo de IA que crea contenidos nuevos y originales, como imágenes, vídeos, música u otros, utilizando algoritmos y sin necesidad de intervención humana. Como apuntan desde IEBS Digital School, tiene usos muy prácticos como la creación de nuevos diseños de productos o la optimización de procesos de negocio.

A la hora de generar textos, ChatGPT, el chatbot desarrollado por OpenAI, se ha convertido en un claro impulso de esta tecnología ante el interés que ha acaparado. Los primeros cinco días tras su lanzamiento ya lo utilizaron más de un millón de personas.

Con más de 100 millones de usuarios activos mensuales en enero, ChatGPT se ha convertido en la aplicación de consumo de más rápido crecimiento de la historia, según UBS. Sus muchas posibilidades a la hora de generar contenido, abre las puertas de notables posibilidades en muchos ámbitos. Sin embargo, como toda tecnología, también tiene una cara ‘b’, como veremos más adelante.

Otras apuestas, como DALL-e, también están acaparando una notable atención. Se trata de otra propuesta de OpenAI que crea imágenes a partir de descripciones textuales, esto es, escritas en un lenguaje natural. De esta forma, al pedirle que nos dibuje algo, este programa, basado en ChatGPT-3, creará una imagen a partir de la descripción que le demos.

Por su parte, GitHub Copilot es otra herramienta de gran utilidad que permite generar código de programación de forma rápida y evitando errores, lo cual ayuda a los desarrolladores a la hora de crear aplicaciones desde cero.

En 2025, el 10% de los datos, y el 30% de los mensajes de marketing de las grandes marcas procederán de IA generativa

Estas, y otras muchas aplicaciones, ponen de relevancia la gran cantidad de posibilidades que la Inteligencia Artificial, y muy especialmente la generativa, pueden aportar a muchos sectores.

Así, la generación de textos en cuestión de segundos, adaptándolos al tono y enfoque de acuerdo al feedback que se le dé, ofrece enormes posibilidades para muchos sectores. Desde organizaciones que pueden aprovechar el código de programación generado con gran rapidez, hasta textos para redes sociales o acciones de marketing.

De acuerdo con las estimaciones de Gartner, la aplicación de IA crecerá tanto que, en 2025, el 10% de todos los datos producidos, y el 30% de todos los mensajes de marketing de las grandes marcas procederán de IA generativa.

Un mercado en crecimiento

Cada vez son más evidente los beneficios que aporta la Inteligencia Artificial en muchos campos, y esto contribuirá a su desarrollo y adopción ante su capacidad para aprender e interpretar datos.

De acuerdo con el informe ‘El estado de la IA en 2022’, elaborado por la consultora McKinsey, si en 2017 solo el 20% de las empresas encuestadas empleaba la IA en al menos un área de negocio, actualmente este porcentaje se sitúa en un 50%.

Y las perspectivas de futuro son muy halagüeñas. Un informe de Research and Markets apunta que el mercado de IA alcanzará 309.600 millones de dólares en 2026, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de casi 40% desde 2021.

En esta evolución, la previsión es que la inversión en Inteligencia Artificial se centre cada vez más en áreas específicas como el procesamiento del lenguaje natural, la visión artificial, la automatización robótica de procesos y la inteligencia empresarial.

El software centrado en IA será el principal impulsor de este crecimiento con una tasa del 32,4%

La Inteligencia Artificial tendrá un impacto significativo en diversas áreas de la sociedad, incluyendo sectores como la atención médica, la robótica y la automatización industrial, la seguridad y la vigilancia.

Los datos de IDC señalan que la inversión en Europa se duplicará hasta los 21.000 millones de dólares en 2023, frente a los 12.000 millones de 2022, con la previsión de que crezca un 25% en los próximos cinco años. Será entonces cuando alcance los 191.000 millones de dólares.

De acuerdo con la consultora, el software centrado en IA será el principal impulsor de este crecimiento con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 32,4%.

En este sentido, los próximos cinco años serán cruciales en la adopción de IA, especialmente de software, ya que muchas empresas y gobiernos están invirtiendo más para hacer que sus procesos sean más ágiles y eficientes.

Además, IDC sostiene que la demanda de soluciones de IA por parte de los proveedores de servicios profesionales seguirá creciendo a pesar de los desafíos económicos. Áreas como la visión artificial de análisis habilitada para IA, el procesamiento de lenguaje natural y la automatización de procesos impulsada por IA pueden ayudar a las empresas a lidiar con la inflación de precios, la escasez de mano de obra y la necesidad de mantenerse competitivos.

Los grandes retos de la IA

No cabe duda de que la Inteligencia Artificial está aportando innumerables beneficios a las organizaciones. Sin embargo, también plantea una serie de retos a los que las organizaciones deberán hacer frente en los próximos años.

Uno de ellos es el de la privacidad de los datos. Tal y como se desprende del informe ‘2022 Global Data Privacy’, de Global Data and Marketing Alliance, el 49% de los consumidores se siente cómodo facilitando datos personales. Esto pone en evidencia la necesidad de que las empresas sean transparentes con la gestión que hacen de los datos de los clientes que recaban mediante soluciones en las que la IA es clave. Algo extrapolable a otras tecnologías.

Una preocupación subyace en el ámbito de la ciberseguridad en relación con el uso de esta IA para llevar a cabo acciones fraudulentas

Asimismo, otro de los grandes retos que se apuntan hoy en día es el de la autoría de los contenidos. Por ejemplo, en el ámbito educativo ya son muchos los educadores que han mostrado su preocupación por el uso de ChatGPT para la realización de trabajos por parte de los estudiantes.

Ante el revuelo ocasionado, OpenAI ha reaccionado a ello con la incorporación de una opción que permite copiar el texto en la propia plataforma para dilucidar si realmente lo ha escrito una persona o es fruto de una Inteligencia Artificial. Un movimiento que ha llevado a que aparezcan otras opciones similares en el mercado.

Junto a esto, una preocupación subyace en el ámbito de la ciberseguridad en relación con el uso de esta IA para llevar a cabo acciones fraudulentas. Por ejemplo, la creación de código malicioso con el que llevar a cabo ciberataques, o crear ‘deepfakes’ con los que realizar chantajes o campañas de manipulación. Sin duda, aquí se abre un campo en el que será necesario avanzar para garantizar la seguridad.

Una exploración también necesaria ante las dudas que surgen en el plano ético y de responsabilidad en el uso de la IA. Son muchas las empresas y organismos públicos que ya están trabajando para garantizar este buen uso de la Inteligencia Artificial. Sin embargo, el auge de la IA no ha hecho más que empezar y aún queda un largo camino por recorrer.

Imagen inicial | Tara Winstead