Aunque parece que el optimismo está más en estas grandes consultoras que en los consumidores, lo cierto es que la aplicación profesional de estas gafas podría dar mucho de sí. Por ejemplo, arquitecto mirar un edificio, al mismo tiempo que ve una imagen superpuesta de su plano o, como ya hemos visto, un médico podría operar y retransmitirlo a todo el mundo.
Gartner calcula que empresa que se dedican a áreas como la arquitectura, la sanidad o la manufactura, dentro de tres o cinco años, podrían llegar ahorrarse muchos millones de dólares. Así, lo expone Angela McIntyre, directora de investigación de Gartner:
“El mayor ahorro vendría por parte de los servicios de cambio que podrán diagnosticar y solucionar problemas más prápido y sin necesidad de llevar a otros expertos a sitios remotos».
Lo cierto es que en este momento casi no hay empresas que estén utilizando Google Glass, o dispositivos generales. Pero Gartner calcula que en cinco años el 10 % de las empresas lo utilicen con sus trabajadores de campo “Las organizaciones IT ya han pedido recomendaciones sobre si las gafas inteligentes deberían ser utliizadas en los lugares de trabajo», explica la portavoz de la firma investigadora.