El análisis del precio del iPhone X sigue coleando a la misma vez que se revisan sus características y algunos medios como The Inquirer entienden que «es una amenaza para la industria del móvil».
Apple ha batido todos los récords con el precio del iPhone X. Si el Galaxy Note 8 de Samsung supera los 1.000 euros, la edición especial con la que Apple celebra el décimo aniversario del lanzamiento del primer iPhone lo supera con creces desde un mínimo de 1.159 euros y una versión superior que superará los 1.300 euros.
Los móviles inteligentes son uno de los pocos segmentos tecnológicos que siguen creciendo precisamente desde que Apple abriera una nueva era con el lanzamiento del primer iPhone. La subida del precio medio ha sido constante, con fuerza al comienzo y de manera moderada desde 2014, pasando de 252 euros en 2010 a 365 euros en 2017.
Aunque el mercado ofrece terminales de gama de entrada con un coste tan bajo como 50 euros, donde más se ha notado la subida ha sido en el precio máximo de venta a medida que hemos ido pasando del móvil “tonto” a los superphones actuales, máquinas computacionales cada vez más grandes y avanzadas, pero también más caras. ¿1.300 euros por un «móvil»?.
Inquirer argumenta que que el precio del iPhone X no se justifica, «su tecnología no es tan especial y no hay nada que necesites realmente». Novedades como la pantalla OLED ya la usaba Samsung y otros Android desde hace años al igual que la pantalla sin biseles. En cuanto al FaceID y su motor neural, fue anunciado antes por Huawei y para una parte de los analistas va a ser un problema para la privacidad y seguridad y podría utilizarse para espionaje masivo.
Veremos la respuesta del consumidor cuando lleguen al mercado, porque definitivamente es quien manda. Apple es única para «convencer» al usuario de sus «necesidades». Los primeros datos dicen que Apple no podrá atender todas las peticiones de compra a corto plazo. Será por el suministro de pantallas y no por la demanda (en cualquier caso alta), aunque hasta ésto puede ser reconvertido por la compañía.
También se ha publicado el coste de materiales, «BOM”, del iPhone X. Aunque faltan otros muchos costes, Apple trabaja con unos márgenes asombrosos que ninguna otra compañía de móviles puede permitirse al igual que ha ocurrido con terminales anteriores o con los mismos iPhone 8.
Lo dicho. Si es caro o barato lo decidirá el consumidor. También el resto de fabricantes tienen la palabra, ofreciendo sus modelos (muchos de ellos) con mejor relación características/precio de la del iPhone X.
