Tener una comunicación efectiva, interna o externamente a la organización, se está convirtiendo en un elemento diferenciador en muchos negocios. De una buena comunicación y de la cultura colaborativa de una empresa dependerá que tanto clientes como los mejores talentos apuesten por esas organizaciones.
Hoy en día ya no solo es suficiente con disponer de las mejores herramientas y las tecnologías más avanzadas. Saber comunicarse internamente, con los propios empleados, y externamente, para que la experiencia de cliente sea lo más satisfactoria posible, es fundamental. Los clientes ya solo quieren hacer negocios con aquellas empresas de acuerdo a la experiencia que proporcionen.
Para ello, los responsables de las organizaciones deben liderar los esfuerzos de colaboración y derribar muros, en su sentido más figurado, ofreciendo un plan abierto. Ya no se trata únicamente de eliminar los tabiques de la oficina para que fluya la comunicación, hay que evolucionar hacia un plan más abierto, una cultura de colaboración para que el trabajo fluya mejor.
Cuando los equipos se sienten cómodos y pueden compartir ideas y pensamientos de forma libre, el resultado es un trabajo de mayor calidad y a un ritmo más rápido. Para conseguirlo podemos hablar de tres claves fundamentales que contribuyen a desarrollar una colaboración efectiva en los negocios.
Mejorar la experiencia de los empleados es un aspecto clave para permitir una colaboración más efectiva dentro de la organización. El éxito de la tecnología de colaboración depende, en gran medida, de que los empleados cambien la forma en la que piensan sobre el trabajo para que funcione.
En lugar de limitarse a dejar nuevas tecnologías y procesos en manos de los empleados, las empresas deben asegurarse de que su personal entienda cuál es el objetivo y por qué se están implementando estas herramientas. Educar a la fuerza laboral acerca de los beneficios es fundamental para que se incorporen.
Añadir continuamente más herramientas lleva a entornos de trabajo aislados, más costes de gestión y la frustración del usuario
Si bien la consumerización de la tecnología de comunicación ofrece una amplia gama de opciones, también ha dado como resultado una amplia gama de herramientas a menudo difíciles de gestionar por los propios responsables de TI. Añadir continuamente más herramientas lleva a la creación de entornos de trabajo aislados, un aumento significativo en los costes de gestión y la frustración del usuario.
Tener demasiadas herramientas lleva a menos tiempo disponible para capacitar al personal para usarlas de manera efectiva, y puede generar brechas en las habilidades dentro del lugar de trabajo. Es clave disponer solo de aquellas herramientas imprescindibles y que ayuden al negocio.
En un informe reciente de BT, el 73% de los trabajadores de grandes organizaciones preferirían que su departamento de TI invirtiera en tecnología móvil en lugar de tecnología para su puesto de trabajo en la oficina. Esto evidencia que los empleados cada vez más anhelan mayor flexibilidad en sus puestos de trabajo.
La tecnología ha jugado un papel importante al desafiar el concepto tradicional de trabajo, y las herramientas como la mensajería instantánea, la videoconferencia y el uso compartido de la pantalla de los smartphones apoyan la colaboración y la comunicación en toda la empresa.
Una cultura de trabajo abierta y flexible y las tecnologías correctas generarán una colaboración efectiva y un trabajo de alta calidad
Encontrar el equilibrio entre una colaboración libre para todos y una infraestructura completamente cerrada será clave. Las organizaciones más exitosas del futuro escucharán lo que quieren los empleados y buscarán un conjunto estándar de herramientas de colaboración para evitar los silos de colaboración.
La creación de una cultura de trabajo abierta y flexible y la implementación de las tecnologías correctas permitirán a los empleados tomar sus propias decisiones sobre cómo funcionan mejor en equipo y, a su vez, generará una colaboración efectiva y un trabajo de alta calidad.