Según la prolífica DigiTimes la bajada del mercado DIY («hazlo tú mismo») ha llevado a Intel a valorar la posibilidad de ofrecer packs de componentes con Kaby Lake, que estarían compuestos por placa base, memoria Optane y procesadores Core de séptima generación.
Es una buena idea pero parte del canal no termina de estar convencido de la efectividad de la misma, sobre todo porque Coffee Lake está cada vez más cerca y los consumidores están esperando la llegada de esa nueva generación para renovar sus equipos.
Todos sabemos que con Kaby Lake el gigante del chip llevó a cabo una actualización menor, puesto que mantuvo el proceso de 14 nm y además no llevó a cabo un incremento de rendimiento bruto real frente a Skylake, lo que ha acabado afectando negativamente a las ventas de esa generación.
Por otro lado el hecho de que la memoria Optane sólo es compatible con las placas base que integran chipsets serie 200 también complica la situación, así que la idea de lanzar packs que integren esos tres componentes; placa base, procesador y Optane podría ayudar, aunque es imposible predecir en qué medida.
Como dijimos los fabricantes y los minoristas más importantes no están convencidos de que esta estrategia vaya a ser el revulsivo que necesitan y tienen puestas sus esperanzas en el tercer trimestre, ya que creen que Coffee Lake será el verdadero motor que les ayudará a mejorar las ventas.
Esa nueva generación de procesadores dará forma a los Core de octava generación, mantendrá el proceso de 14 nm pero mejorado, ofrecerá un mayor rendimiento y contará con modelos de hasta seis núcleos.
