El negocio de la realidad virtual apunta hacia un futuro prometedor. Sin embargo, poco podremos sacar si no sabemos cómo hacerlo. Entender cuáles son las vías de rentabilidad o qué áreas podemos explorar como una ampliación de nuestro negocio puede ser las primeras aproximaciones.
Aunque el uso más cercano que hemos visto de la realidad virtual tiene mucho que ver con el ocio, no es el único. Esta tecnología permite concebir nuevas fórmulas de negocio en el entorno corporativo que quizás no nos habíamos parado a pensar.
Te contamos cuatro maneras de rentabilizar el negocio de la realidad virtual:
Venta
La más tradicional. La venta transaccional también tiene su espacio en este nicho. Gafas o juegos especialmente diseñados para esta nueva forma de ver las cosas necesitan a alguien que muestra su funcionamiento y tramite el pedido. Pero seguramente necesitarán mucho más y es ahí donde estará la diferencia entre un simple vendedor y uno de valor.
Desarrollo
Los contenidos son la esencia de la realidad virtual. Pese a que actualmente el foco está en el hardware, este no podrá soportar el interés durante mucho tiempo sin nada más. El continente no será nada sin contenido que necesita desarrolladores que lo creen.
Y es ahí donde se abre un espacio de negocio muy ligado al área de los desarrolladores de juegos o aplicaciones de consumo y corporativas. Un nicho de exploración con muchos frentes que cubrir donde está todo por descubrir.
Anuncios
Aunque todavía es un negocio prácticamente inexplorado, la puerta de entrada está ahí. La venta de espacios publicitarios, al mismo estilo que el advergaming, tiene un potencial enorme a juzgar por todos los contenidos que se prepararán para esta realidad.
De hecho, algunos como la start-up Immserv ya han iniciado el camino. Son de los primeros que han comenzado a probar con una plataforma de contenidos en los que se venden anuncios.
Servicios
Algunas empresas ya están experimentando con la realidad virtual. Leroy Merlin es un ejemplo con una aplicación para mostrar los espacios amueblados con sus productos. Un servicio al cliente que necesita actualizaciones, mantenimiento y soporte.
Abrirnos a este área nos permite potenciar aún más el espacio de los servicios. El futuro tecnológico está escrito con esta pata en la que la imaginación del cliente o partner es el único límite.
