Los Intel Core i7-875K y Core i5-655K son los nuevos procesadores de la serie K del gigante. Estos procesadores están orientados a overclockers y aficionados a este tipo de operaciones.
Varios sitios web ya han analizado estos procesadores que entran dentro de las series Clarkdale y Lynnfield y que son interesantes porque son micros que no son los más caros de sus respectivas gamas, y por ejemplo el Core i7-875K tiene una frecuencia de reloj idéntica a la del i7-870 pero cuesta menos (y además está desbloqueado, lo que es importante).
Estos dos nuevos procesadores son interesantes por esa liberación del multiplicador que permite que los overclockers saquen mayor partido de ellos a través de técnicas diversas y de sistemas de refrigeración avanzados, un campo en el que AMD también lleva tiempo trabajando con sus Black Edition.
Sin embargo, no son los procesadores ideales para los entusiastas. Al menos así lo indica AnandTech, ya que la propia Intel ha confirmado que no se trata de micros especialmente orientados a overclocking, sino a fabricantes y montadores que ofrezcan equipos que ya de serie vengan con el procesador forzado. Recomiendan especialmente el Core i7-875K por su precio, pero podéis encontrar todos los resultados de las pruebas en la web original.
