Responsables de Toshiba, Dell y Sony, han informado que las ventas de equipos con Windows 8 ‘están en la línea de lo previsto’, descartando, en todo caso, que los fabricantes OEM sean los responsables de incumplir las proyecciones internas de Microsoft.
Apenas ha transcurrido un mes del lanzamiento oficial de Windows 8 y sus cifras de ventas que para muchos marcan su éxito o fracaso, siguen dando que hablar. Así, bajo los buenos datos oficiales que informan de 40 millones de licencias de Windows 8 vendidas en su primer mes en el mercado, persisten otros que citan ventas menores a las esperadas, como el informe de NPD Group estimando reducción de ventas en PCs de un 21 por ciento interanual.
Algo que -presuntamente- Microsoft achaca a los OEM y que descartan de plano ejecutivos de algunos de los principales fabricantes mundiales en sendas comunicaciones a la revista Wired.
Básicamente hay consenso general entre los OEM que las ventas están en línea con las proyectadas. Ello no quiere decir que ‘vayan estupendamente’ sino que los fabricantes ya se habían prevenido con proyecciones bastante más modestas que en la anterior transición de sistemas Windows hace tres años, tras el lanzamiento de Windows 7.
En definitiva, Toshiba, Dell y Sony coinciden que si las ventas iniciales son lentas «se deben a una serie de factores más allá de la calidad de sus dispositivos». Además, «una transición tan grande como esta tarda más de unas pocas semanas en tomar fuerza» explican, y «la cadena de suministro aún no está configurada para proporcionar la propuesta de valor que Windows 8 trae al mercado».
