Google estaría considerando la utilización de sus propios diseños de microprocesadores con base ARM en los servidores que alimentan sus centros de datos y servicios.
Una información de Bloomberg citando fuertes internas de la compañía, que provocaba una fuerte subida en bolsa del diseñador británico de chips ARM, ante lo que supondría de impulso de su negocio en el sector de servidores tras arrasar en el mercado de la movilidad.
No es para menos. El gigante de Internet necesita un ingente número de servidores para mantener sus múltiples servicios. Hasta ahora con procesadores suministrados por Intel del que es su quinto mejor cliente, generando hasta un 4,3 por ciento de sus ingresos totales.
Por ello, de concretarse los diseños propios ARM en sus servidores, el mayor perjudicado sería Intel, por el volumen de negocio y porque otras compañías podrían seguir el camino de Google cuando ARM está iniciando la entrada en este mercado.
La estrategia permitiría a Google mejorar la relación entre hardware y el software y evitar la dependencia de Intel. Google se ha negado a comentar la información aunque un portavoz ha explicado que el gigante de Internet «está participando activamente en el diseño de la mejor infraestructura del mundo… y esto incluye tanto diseño de hardware (en todos los niveles) como diseño de software».
Diversos analistas ya han bendecido esta operación explicando que «los chips ARM para servidores son más baratos, consumen menos energía y requieren de menor refrigeración en comparación con los chips de Intel, por lo que sería muy atractivo para Google». Desde Jefferies esperan además que empresas como Amazon y Facebook, con grandes granjas de servidores, adopten los diseños de ARM en los próximos dos años.
