Aunque el sector financiero es uno de los que más tira de la economía tecnológica, lo cierto es que hay segmentos dentro del mismo muy obsoletos. Concretamente, se calcula que aproximadamente el 95% de los cajeros en Estados Unidos funcionan con Windows XP. Un sistema operativo con más de 12 años en el mercado y con un soporte oficial con fecha de caducidad.
Grandes financieros estadounidenses como Bank of America, JPMorgan Chase o Wells Fargo cuentan con cajeros con Windows XP. No son los únicos. En España, gigantes como el Banco Santander o BBVA también cuenta con terminales que funcionan bajo el sistema operativo. Una situación que pone en tela de juicio la seguridad de los cajeros.
Pocos son los que han hecho ya los deberes. Se calcula que solo el 15% de los cajeros automáticos de Estados Unidos han migrado a Windows 7, un hecho básico para seguir garantizando la seguridad de los clientes antes del 8 de abril de 2014, fecha en la que finaliza el soporte oficial de Windows XP y en el que se prevé una avalancha de malware.
Si tenemos en cuenta que seguridad y banca deben ir muy de la mano, acometer el cambio de cajeros con Windows XP es básico. En vista de la gran tarea que queda por delante, Microsoft ha anunciado que alargará solo el soporte de su anti-malware tanto en su versión de consumo como en su opción profesional. Un aspecto clave que también ayudará a otros sectores a actualizarse.
Así, la tarea se puede ver cómo un problema o, por el contrario, como una oportunidad de negocio. Por un lado, podemos aprovechar el fin de soporte para acometer proyectos de migración con todas las garantías de seguridad. Por otro, podemos aprovechar para actualizar el sistema operativo y ofrecer nuevas soluciones de protección de datos más completas y simplificadas. ¿Te unes?
