Los estadounidenses tienen claro que para triunfar primero hay que fracasar varias veces. El fracaso forma parte del ritual corporativo. Aunque en España esa mentalidad no es muy común, podemos encontrarnos ejemplos que nos muestren que quizás los norteamericanos tengan un poco de razón.
Es el caso de la compañía de productos de limpieza WD-40 Company. La empresa fue creada por el químico Norm Larsen en 1953. Este necesitó 39 fórmulas para conseguir dar con el producto perfecto y llegar hasta el día de hoy cuando su negocio está valorado en 1.300 millones de dólares.
Qué aprender de WD-40 Company
Pese a que nuestro negocio seguramente dista mucho de los productos de ablandamiento de WD-40 Company, es cierto que podemos sacar algunas conclusiones extrapolables. Destacamos algunas ideas:
- Prueba y error: para saber si un producto, solución o servicio funciona hace falta que esté en el mercado. Probar con ideas nuevas puede llevarnos por dos caminos: al conocimiento de las necesidades en base a no triunfar o el preferido por todo, ser los primeros en tener éxito.
- Adaptación: las oportunidad tienen muchas veces que ver con el contexto en el que estamos. Por ejemplo, WD-40 Company envió sus productos a la guerra de Vietnam para desatascar las armas de los soldados.
- El cliente manda: puede que nuestra idea sea excepcional pero si al cliente no le convence, no tenemos mucho que hacer.
Aplicarnos un poco de la mentalidad americana para tomar los fracasos con otra visión, nos ayudará a entenderlos como oportunidades para mejorar y progresar en nuestra ideas para vender productos o lanzar nuevas iniciativas. ¿Crees que es así? ¿Estás dispuesto a fracasar?
