Dotar de vida la señalización digital es posible gracias a los contenidos. Estos son parte fundamental del éxito. Sin embargo, no siempre se le presta la atención merecida o si se hace, en un tiempo se olvida mantenerlos y seguir actualizándolos para que siga dando resultados.
«¿Por qué no funciona mi solución de señalización digital?» Puede ser la reclamación de más de un cliente. Buscar el motivo en los contenidos suele ser lo más frecuente. Lógico si tenemos en cuenta que caer en ellos es bastante sencillo. Vamos a ver los más cotidianos:
Aburridos
Tenemos una pantalla 4K y lo único que pone nuestro cliente es «Rebajas». Desaprovechar un monitor de estas características con mensajes que se pueden dar con un cartel clásico y que están en todos los establecimientos es un craso error.
En vez de ello podemos aprovechar esa resolución para mostrar imágenes impactantes de nuestros productos o dar información con más imágenes que palabras. Todo con tal de distinguirnos de los mensajes convencionales.
Antigüedad
Si nuestro cliente lleva tres meses hablando de la misma campaña con una imagen estática, es norma que pierda efectividad. Utilizar durante un período largo de tiempo la palabra nuevo puede ser contraproducente y perder todo el golpe de efecto.
Aprovechar la señalización digital para actualizar mensajes, descubrir ideas para utilizar nuestros productos, servicios novedosos o incluso noticias sobre nuestro sector o relacionadas con el negocio son valores añadidos que nos ayudarán a estar siempre al día.
Sobreinformación
Dar datos no significa dar toda la información en una pantalla inicial. Comenzar impresionando es nuestro objetivo. A partir de ahí ya serán los consumidores los que se preocuparán por saber más si realmente quieren.
Si un mensaje no se puede leer en algo más de tres segundos, debemos plantear a nuestro cliente que le que sobran palabras para ser efectivos. Fuera largos párrafos, bienvenidos pequeños esloganes que causen sensación para que puedan ser digeridos.
