Las ventas de ordenadores personales con Windows 7 y Windows 8.1 pre-instalado finalizarán el 31 de octubre de 2016, según refleja Microsoft en su página de ciclo de vida de producto. Los equipos con Windows 8 terminarán antes, el 30 de junio de 2016.
«El fin de ventas se refiere a la fecha en que una versión concreta de Windows ya no se envía a los minoristas o fabricantes de equipos originales (OEM) para su pre-instalación en equipos nuevos», explica Microsoft.
La compañía apuesta totalmente por Windows 10 y ello se refleja en la actualización del ciclo de vida de productos. Microsoft está publicitando agresivamente el nuevo sistema operativo y a partir del próximo año, se ofrecerá como una actualización recomendada en Windows 7 y 8.1 en Windows Update. En el caso de comprar un equipo en este año de margen, también se ofrecerá la actualización, si bien la mayoría de OEMs ya están actualizando todo su catálogo con Windows 10 pre-instalado.
Microsoft quiere llevar Windows 10 a 1 mil millones de dispositivos en 2017 y el éxito de Windows 7 en realidad podría impactar la adopción del nuevo sistema operativo. Todas estas medidas son la estrategia para apoyarlo.
Windows 7 no recibirá actualizaciones y parches de seguridad a partir de enero de 2020. Serán cuatro años de dura lucha para mover a los usuarios de Windows 10.
