La estrategia hardware de Microsoft sigue dando buenos frutos. En el último trimestre de 2015, Microsoft vendió 2,5 millones de Surface incrementando el cómputo total del año hasta los 6 millones, según los cálculos de la industria china. La cifra supera un 50% las expectativas.
Los buenos datos del tablet-PC en sus diferentes modalidades los confirmaban los responsables de Microsoft sin dar cifras concretas: «Surface está viviendo su momentum abriéndose a nuevos canales de distribución», comentaba Pilar López, presidenta de la corporación en Iberia.
Para este año se espera que Surface incremente la demanda un 30% hasta los 8 millones de unidades. Surface Pro 4 y Surface Book serán responsables de este crecimiento. Una subida también provocada por el incipiente interés en los modelos 2 en 1, una de las pocas alegrías del mercado PC.
2016 también traerá consigo nuevos modelos. Digitimes apunta a el desarrollo ya está en marcha y que llegarán en la segunda mitad del año, la época más cercana a la Navidad, momento de gran impulso comercial.
¿Es beneficiosa la estrategia de Microsoft?
Claramente las ventas de Surface van viento en popa. Lo que comenzó como un proyecto piloto para impulsar otros entre su comunidad de partners, se ha convertido en un negocio real que está dando alegrías comedidas pero alegrías.
Ya en el pasado algunos fabricantes confirmaron que no estaban de acuerdo con esta línea de negocio. Una posición que muchos continúan teniendo ya que ven como Surface gana adeptos en detrimento de sus modelos profesionales.
Entonces, ¿Es bueno continuar impulsando el hardware en Micrsofot? Quizás a corto plazo y mientras sus ventas sean limitadas, no haya problema. Sin embargo, a medio puede suponer un obstáculo para seguir fomentando su software entre los OEM.
