Si hace unos días hablábamos de los 8.400 millones de dólares generados por la infraestructura cloud en el mundo en el tercer trimestre, ahora nos fijamos solo en la región EMEA. Un territorio donde, según IDC, se ingresaron 1.500 millones de dólares durante el mismo periodo de 2016. Una subida del 19,5%.
Mientras a nivel mundial el 39% de los datos está alojado en infraestructura cloud, en EMEA el porcentaje asciende hasta el 44,8%. La subida de 8,6 puntos ha hecho que el índice esté por encima de la media global. Los indicios apuntan a que este ratio mejore convirtiéndose en 2020 en el 35,1% del gasto total que generará 10.900 millones de dólares.
Los crecimientos de la infraestructura cloud han venido de la mano de ambos cloud. Tanto el público como el privado han crecido aunque destaca el alzamiento de la parte privada que subió un 24,8% respecto al mismo trimestre de 2015. De hecho, el 14% del negocio está en este área que ingresó 900 millones de dólares. En el caso del cloud público se facturó 700 millones aumentando los ingresos un 13,9% y quedándose con una cuota del 11%.
Al igual que en la tendencia global, la peor parte se la llevo la infraestructura tradicional. El volumen de negocio del almacenamiento clásico descendió 14,5 puntos. Aun así, estamos hablando de un nicho que genera 3.900 millones de dólares y se lleva el 59% del mercado que en total asciende a 6.700 millones de dólares.
Entre los fabricantes destacados en EMEA, la consultora cataloga a Cisco, DellEMC, Fujitsu, Hitachi, HPE, IBM, Lenovo, NetApp, Oracle en las primera posiciones de la infraestructura cloud regional.
