Tras el lanzamiento de Xbox One S Microsoft decidió mantener en el mercado el modelo original que debutó en 2013, una decisión que generó sorpresa tanto entre los consumidores como en el canal, ya que a pesar de las diferencias que presentaban ambas se han acabado vendiendo a un precio casi idéntico.
Xbox One S es superior a la original, no sólo por ser un poco más potente y mucho más eficiente, sino también porque soporta resoluciones 4K, HDR y cuenta con un lector de discos Blu-ray UHD. Su precio medio actualmente es de unos 250 euros en su versión con disco duro de 500 GB y un juego, lo mismo que venía costando Xbox One en un pack idéntico.
Esa dualidad no tenía ningún sentido, pero entendemos que Microsoft había decidido mantener ambas consolas en el mercado para poder limpiar stock acumulado del modelo original, y es que como ya hemos visto en otros artículos las ventas de su consola de nueva generación están muy por detrás de PS4.
El caso es que por fin Microsoft ha puesto punto y final a Xbox One, un movimiento que se ha confirmado a través de la supresión de dicha consola de su web oficial para Estados Unidos y que también hemos empezado a ver reflejado en algunos de los minoristas europeos más importantes.
Amazon es uno de los mejores ejemplos. Al hacer una búsqueda podemos ver que sólo aparecen unidades de segunda mano y un vendedor que está intentando hacer negocio liquidando unidades restantes con un sobreprecio abusivo.
No hay duda de que se trata de un movimiento natural y acertado por parte de Microsoft, que elimina un producto redundante e innecesario de su portafolio y pasa a mantener en el mercado a Xbox One S que queda como sucesora del modelo original.
