El gigante sigue apostando por el almacenamiento en estado sólido. De ahí, el último lanzamiento de Intel de la serie 700. En esta familia destaca Ramsdale destinado a estaciones de trabajo y servidores.
La SSD 720 evita el cuello de botella de las conexiones SATA utilizando la interfaz PCI-Express x8, mucho más rápida, para alcanzar un rendimiento impresionante de 2,2 y 1,8 Gbytes por segundo en modos lectura/escritura respectivamente.
A ello ayuda el uso de tecnología de simple celda SLC, de mayor potencia que los típicos de múltiple celda MLC destinados a consumo. Estarán disponibles en capacidades de almacenamiento de 200 y 400 Gbytes.
Además de esta SSD para servidores y empresas y confirmando la fuerte apuesta de Intel en el sector de SSDs, el gigante del chip comercializará la serie 710 nombre en clave Lyndonville sustituyendo a las actuales 25E-X, las 520 ‘Cherryville’ complementando a las actuales 510 y las 320 ‘Larsen Creek’ y ‘Paint Creek’ en formato mSATA renovando las 320.