La capacidad de almacenamiento de discos duros aumentará enormemente los próximos años con unidades comerciales de hasta 100 Tbytes en 2025, según la hoja de ruta anunciada por el consorcio ASTC (Advanced Storage Technology Consortium).
La organización explica que estas capacidades serán posibles gracias al aumento de densidad de almacenamiento usando nuevas tecnologías que dejarán obsoletas a las actuales, basadas en la grabación magnética perpendicular (PMR) introducida en 2006 y con capacidad máxima de 620 gigabits por pulgada cuadrada.
Una de las tecnologías mencionadas es la ‘grabación magnética asistida por calor’ o sus siglas en inglés HAMR, que en esencia se basa en la utilización de un láser térmico que calienta el plato antes de llevar a cabo el proceso de escritura.
Con ese paso previo se consigue reducir el espacio que ocupa cada dato guardado, de forma que aumenta la capacidad de almacenamiento frente a otros discos duros que no cuenten con esta nueva tecnología. Es importante tener en cuenta que todo esto no afecta de forma negativa ni a la vida útil del disco duro ni a las velocidades de lectura y escritura, así que en principio resulta totalmente segura.
HAMR derivará en otra tecnología denominada HDMR (Heated-Dot Magnetic Recording) que alcanzará una densidad de 10 terabit por pulgada cuadrada para lograr los discos duros de 100 TB en 2025.
Gran capacidad que junto al coste por GB seguirá siendo el gran argumento de los discos duros para frenar el mercado de las SSD basadas en memorias flash NAND.
