El CEO de Intel, Brian Kzranich, ha confirmado en un evento en Nueva York que los usuarios retrasan cada vez más la actualización de su PC.
La mayoría de fabricantes de computadoras liberan nuevos PC de escritorio o portátiles al menos dos veces al año y productores de chips como Intel lo hacen una vez al año.
Sin embargo, los usuarios reemplazan sus computadoras cada 5-6 años, cuando hasta hace poco lo hacían cada cuatro años. La buena noticia a corto plazo para los consumidores es que probablemente no sientan la necesidad de actualizar porque consideran que sus computadoras son lo suficientemente buenas para la mayoría de tareas.
La mala noticia para el canal es la disminución de ingresos, evidente ante la bajada de ventas de ordenadores. A más largo plazo, los fabricantes de ordenadores podrían buscar el modelo de negocio en otros segmentos, dejando con menos alternativas al consumidor, como informó Intel en la última presentación de resultados.
Si Intel decide cambiar su enfoque a servidores, la nube y productos para IoT, algunos medios se preguntan si no se reducirán las computadoras de bajo coste y aumentarán los precios.
Hay motivos para la esperanza, que llegan de las mayores necesidades hardware en procesamiento y gráficas de los nuevos dispositivos de realidad virtual y/o en videojuegos, la actualización a SSD desde los discos duros, el salto a los monitores 4K, los nuevos formatos de 2 en 1 y convertibles que siguen ganando mercado o las migraciones empresariales.
Fuera de ello y en general, la declaración del CEO de Intel es toda una realidad porque los usuarios retrasan cada vez más la actualización de sus ordenadores personales.
