Electrodomésticos, termostatos, televisores o persianas conectadas son el futuro para el que ya hay muchas propuestas. Sin embargo, los consumidores todavía no se han habituado a contar con una casa conectada. Así lo revela una encuesta de Gartner que calcula que tan solo el 10% de los hogares cuentan con soluciones conectadas.
El estudio, realizado entre ciudadanos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, manifiesta que son los sistemas de alarmas de seguridad los que han doblado su adopción llegando a estar en el 18% de los casos consultados. El 11% cuenta con una solución de monitorización, el 9% con uno de gestión de energía y el 11% administra su salud y bienestar.
Los consumidores apuestan por la estandarización
Los ratios de adopción demuestran que la casa conectada está lejos de ser la tónica general. Como señala la consultora simplemente es una tendencia por la que han comenzado a interesarse los early adopters, los consumidores que primero se decantan por las novedades. Uno de cada cuatro confirma que les gusta que «las cosas» se adelanten a sus necesidades.
No obstante, los consumidores consideran que para que despegue esta tendencia será necesario la estandarización. De hecho, el 55% aboga por el uso de una sola aplicación para todo el control de sistemas de iluminación, electrodomésticos o energía mientras que el 51% advierte que es imprtante que el hardware y servicios estén certificados por una marca.
Así pues, aunque la investigación evalúa la situación en otros países, es evidente que la casa conectada todavía no es madura pero cada vez interesa más por encima de los wearables, incluso. En España hemos comenzado a utilizar servicios de ocio digital pero estamos lejos de tener estandarizado el uso de termostatos o lavadoras inteligentes, por ejemplo.
