La reorganización interna que se vaticinaba dentro de la estructura de Microsoft comienza a ser un hecho. Desde el pasado 3 de julio los de Redmond cuentan con una nueva organización que se explica por el nuevo modelo comercial de consumo y profesional. Unos cambios que hablan directamente de su estrategia pero también parece que conllevarán despidos.
Aunque oficialmente no se ha dado ningún mensaje, la compañía ha mandado una memoria interna a sus empleados con la reestructuración. El citado comunicado declara:
«Tenemos una oportunidad de 4,5 billones de dólares en nuestro negocio comercial y de consumo. Contamos con una posición única para dirigir a nuestros clientes y partner hacia el liderazgo de la transformación digital y convertirnso en el partner elegido. Para ayudar desde hoy comenzamos a implementar cambios en nuestros modelos».
Por un lado, el equipo de empresas de Microsoft se divide en tres: pymes, gran corporación y administración pública. Tres direcciones donde el fabricante reconoce que hay diferentes usos y consumos de los productos y servicios que abordar.
Además, la corporación establece 6 focos de atención que corresponden a los sectores más en boga: industria, servicios financieros, retail, salud, educación y gobierno. Para atender a estas áreas se clasifican 4 zonas de soluciones divididas en puesto de trabajo moderno, aplicaciones de negocio, apps e infraestructura, y datos e inteligencia artificial.
En la parte de consumo también se avecinan modificaciones. Se creará un grupo especial para abordar las oportunidades en el entorno doméstico y se pondrá más foco en la parte cloud y de computación. En ese terreno, se centra en la parte gaming donde ve infinidad de puertas abiertas en diferentes dispositivos y servicios.
«Construiremos una infraestructura de partners próspera»
Todo ello contará con las dos vías de acción clásicas: una unidad que gestionará las cuentas de forma directa y otra para atender la venta indirecta a través de partners. Esta segunda se hará a través del One Commercial Partner ya anunciado en enero de este año. «Construiremos una infraestructura de partners próspera entorno a Surface, dispositivos Windows, Office 365 y Xbox», recalca la corporación.
El foco central está en el cloud. Nada nuevo en el horizonte porque lleva siendo su eje central desde hace unos años y por donde están viniendo la mayoría de la alegrías. «Continuaremos apoyando a nuestros ISV con recursos de ingenieros de software y acelerando su crecimiento cloud a través de los programas de evangelización», añadían en el documento interno. Un apoyo que se traduce en ingresos por servicios cloud de 15.200 millones de dólares.
La transformación dentro de Microsoft nos habla de un foco mayor no solo en empresas medianas y pequeñas sino también en los verticales. Los sectores hasta hace no mucho prácticamente olvidado o tratados por igual, cobran ahora especial protagonismo por ser núcleos de negocio con características y necesidades muy concretas.
¿Despidos?
Pese a que medios como TechCrunch apuntan a que esta reestructuración podría conllevar miles de despidos, otros como GeekWire comentan que la memoria interna a la que se hace referencia no habla de esa expulsión de personal. Desde Microsoft no aclaran nada.
En cualquier caso, las reestructuración en grandes organizaciones siempre suelen traer consigo consecuencias entre los empleados. Reemplazos entre los directivos o nuevos portavoces más acordes con la dirección que marca la cúpula.
El año pasado, Microsoft ya despidió a 2.850 empleados, entre ellos unos 900 comerciales, de los cuales solo se iban a ir 1.850 de la unidad de smartphones. En julio de 2015 la adquisición de Nokia también repercutió en la caída de 7.800 trabajadores.
