Lo que comenzó como una línea de móviles de lujo allá por 1998 de la mano de Nokia está en vías de extinción. El fabricante Vertu se declara en bancarrota y cierra su planta de producción en Reino Unido. Deja así en la calle a 200 trabajadores y prácticamente termina con una familia que no ha podido superar al todopoderoso iPhone como gran referencia en la movilidad de alta gama.
El prácticamente cierre de Vertu –solo se conservará el registro de la marca– llega después de una trayectoria a la baja. Desde los 11.000 teléfonos que vendía en sus primeros tiempos exitosos en sus tiendas exclusivas ha pasado a contar con una deuda de 2,16 millones de euros y un déficit de 145 millones de euros. Cifras insostenibles que han obligado a su dueño a decir adiós a un terreno que ya no le es rentable.
Vertu ha registrado un déficit de 145 millones de euros
El declive de Vertu comenzó con la llegada del iPhone. Si en la época anterior al modelo de Apple, la compañía consiguió ser una referencia en la parte alta gracias al empuje del por entonces liderazgo de Nokia, después fue perdiendo fuelle debido al impacto de la nueva era del smartphone y la brutal competencia en el mercado de telefonía móvil.
Vertu estaba disponible en 500 tiendas en 66 países de las cuales 70 eran boutiques monomarca. La marca fue creado por Nokia y vendida al fondo privado EQT en 2012. En 2015 cambió de dueño a Godin Holdings, empresa china, que traspasó el negocio al turco Hakan Uzan en 2016. Un baile de mano que evidenciaba la mala marcha de la compañía.
El adiós de esta marca de lujo pone en evidencia que no todo vale. Si bien muchas marcas de lujo están virando hacia la tecnología como reclamo de ventas, no siempre las propuestas son las acertadas o pueden perdurar en el tiempo. Vertu es un ejemplo vivo -ahora ya más bien muerto- de esto.
Imagen | Philippe Hugonnard
