Si hay un concepto de moda ese es Internet de las cosas (IoT). Este término que alumbra un futuro hiperconectado tiene un tímido presente donde los proyectos todavía son un rara avis. Sin embargo, las propuestas van llegando de la mano de las ciudades inteligentes, los hogares con cada vez más dispositivos y la industria más proclive a escuchar el mensaje.
Las cifras del presente del IoT son ya interesantes: solo en España se espera que este año se acabe con un volumen de 13.500 millones de dólares. A nivel global, la cifra crece hasta 800.000 millones de dólares. Pero esto es solo el inicio de lo que está por llegar. En 2020 las previsiones apuntan a un negocio mundial de 1,2 billones de euros con una aumento interanual del 15,6%. En el plano nacional el IoT sumará 23.000 millones de dólares en tres años.
Con todo ello es evidente que las oportunidades están ahí. De hecho, mucho más cerca de lo que nos podemos imaginar. Según los vaticinios de IDC, el 34% de estos proyectos de servicios IoT futuros se darán en EMEA. Tan solo la región americana superará este ratio con el 52% de la oportunidad. El podium es cerrado por Asia-Pacífico que se lleva el 13%.
Oportunidad para los proveedores de servicios
Los servicios fueron en 2016 el área que más creció entorno al IoT. Un segmento que en vista de las previsiones de la consultora supondrán casi el 57% del sector en 2021 con un volumen de ingresos de 30.800 millones de dólares. En este sentido, la consultoría de negocio será el aparatado que más crezca. Y es ahí donde el papel del proveedor de servicios es clave.
Los servicios IoT fueron el área que más creció en 2016
Hay que tener en cuenta que Internet de las cosas es todo y es nada. Es un concepto tan amplio que abarca miles de realidades y situaciones en las que conectar dos dispositivos puede ser beneficioso para una organización. Y es ahí donde el canal de distribución debe ser parte activa en la definición e impulso.
Los proveedores de servicios tienen ante sí una oportunidad real de crear valor entre sus clientes. Ayudar a planificar, implementar, soportar u operar iniciativas de IoT supondrá la entrada a nuevas situaciones de negocio en un futuro donde todo está por escribir.
Imagen | Patrick Zacharias
