El mercado inmobiliario ha pasado por una etapa complicada debido a la trístemente célebre «crisis del ladrillo», aunque poco a poco a empezado a dar síntomas de estabilización que están permitiendo una recuperación gradual.
En esa recuperación el uso de nuevas tecnologías como la analítica avanzada y el Big Data se han convertido en dos elementos fundamentes, ya que están permitiendo a las grandes inmobiliarias optimizar la construcción y venta de viviendas.
Gracias a estas técnicas es posible acelerar y reducir a casi la mitad el ciclo del negocio de promotoras e inmobiliarias desde que se lanza la promoción hasta la entrega la vivienda, ya que es un plazo que pasa de un máximo de 24 meses a 16 meses. Una mejora significativa para el mercado inmobiliario ya que hablamos de una diferencia del 41,6%.
También hay otros beneficios importantes derivados de la analítica avanzada y el Big Data que están ayudando en gran medida a las empresas del sector de la construcción:
- Mejoras en la detección del grado de demanda de cada zona.
- Acierto en la configuración de las viviendas en función de la demanda.
- Adecuación de las promociones a la segmentación de públicos por diferentes variables; como poder adquisitivo, edad, estado civil, cercanía y otros.
- Mejorar sus procesos y diseñar sistemas que desarrollan un modelado predictivo en tiempo real, lo que supone una destacada mejora en ingresos y márgenes.
Está claro que el sector inmobiliario y la construcción han encontrado en las nuevas tecnologías a un importante aliado con el que salir adelante, y representa una clara oportunidad de negocio para el canal y para los proveedores de este tipo de soluciones.
Enrique Serrano, CEO de Tinámica, ha comentado en este sentido:
«Las compañías del sector tienen una oportunidad de mejorar su rentabilidad aplicando Big Data y analítica avanzada. Estas tecnologías pueden suponer un gran impulso para este sector en el que la previsión de demanda y la eficiencia resultan clave para la buena marcha del negocio».
