Allá por verano del año pasado, Microsoft anunció la puesta en marcha de Windows Autopilot y seguramente la implementación definitiva en Windows 10 Fall Creators Update. La herramienta pretende ser una solución cloud para simplificar al máximo el despliegue de nuevos equipos basados en Windows 10 dentro de las empresas. Ahora Lenovo, uno de los OEM aliados, está probando el sistema de manera oficial.
Cuando se presentó la herramienta tanto Lenovo como HP aparecieron como aliados. Sin embargo, hasta ahora no habíamos visto muchos más movimientos. Hace unos días el fabricante anunció estos pilotos que implementará en clientes seleccionados. Grandes corporaciones en las que acortar los plazos de despliegue de equipos automatizando ciertas tareas.
Lenovo está integrando Windows Autopilot en algunos equipos para que conectados con los directorios de Azure Active puedan estar listos antes de ser entregados a los empleados. Básicamente, se trata de una preconfiguración que dota a los ordenadores de todas las aplicaciones, seguridad y herramientas necesarias para trabajar.
¿En detrimento de los partners?
Aunque Windows Autopilot se mostró como una herramienta abierta a OEM, distribuidores y revendedores de Microsoft, es cierto que esto se puede ver también como un ataque a este ecosistema. En los proyectos de gran envergadura son precisamente este tipo de servicios de despliegue y configuración donde muchos de ellos pueden sacar una rentabilidad.
Sin embargo, desde el prisma de Microsoft, esta herramienta cloud busca ser un aliado. Una forma de conseguir despliegues más rápidos que eliminen cargas innecesarias de trabajo y reduzcan costes en el cliente final. Una forma de buscar la satisfacción de esas grandes corporaciones además del aliciente perfecto para pasarse a Windows 10 sin pensar en largos procesos de migración.
Y es que Microsoft quiere a toda costa estar en las empresas con su último software en forma de sistema operativo, suite ofimática o soluciones cloud de cualquier tipo. Ya sea facilitando esa entrada a costa de hacer perder parte del negocio de los partners que, por otro lado, pueden ganar en fidelización de clientes y servicios postventa.
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