Todos sabemos que una imagen vale más que mil palabras y mucho más, si nos referimos a una que puede marcar la diferencia en la salud de las personas. Es por ello que periféricos como los monitores médicos se han convertido en una herramienta fundamental de trabajo que ha ido mejorando de la mano de la propia tecnología.
Los monitores médicos son aquellos preparados para trabajar en un ámbito sanitario. Estos incorporan una serie de funcionalidades para adaptarse a las demandas de los profesionales sanitarios. Un entorno donde la precisión y calidad de imagen es sumamente importante para hacer un buen diagnóstico que lleve posteriormente a unos correctos procedimientos para el tratamiento y recuperación de los pacientes.
En este contexto nos podemos encontrar con diferentes monitores médicos. Los monitores de diagnóstico médico desde donde los profesionales trabajan y gestionan sus tareas diarias y evalúan los resultados, monitores adaptados a quirófanos para realizar operaciones o paneles de radiología que permite trabajar con imágenes de radiografías y rayos X.
A estos debemos añadir pantallas que sirven para la gestión de la actividad en los centros sanitarios con información o control de turnos, o aquellos que se utilizan para el entretenimiento de los pacientes hospitalizados, entre otros. Sin embargo, en estos caso ya no hablamos de monitores médicos técnicamente, sino pantallas con un fin sanitario.
Monitores médicos: funcionalidades
Aunque es muy complicado generalizar y cada caso concreto puede requerir un modelo con unas característica, si que podemos ver funcionalidades comunes en los monitores médicos, atendiendo al espacio en el que se encuentren.
En el caso de los monitores de diagnóstico médico hablamos de equipos que necesitan una calidad óptima de imagen. Para ello, por ejemplo LG propone pantallas IPS con brillo de 1000 nits y resolución adaptable que facilitan el diagnóstico preciso de las imágenes médicas al permitir a los profesionales sanitarios distinguir incluso los pequeños detalles con facilidad. Incluso pueden permitir trabajar como si se mirase a través de un microscopio o enfocando en diferentes áreas de la pantalla.
Sin embargo, también deben ser equipos que busquen la eficiencia y ergonomía, tan importante para mejorar los procesos y productividad. Por ello, estos monitores médicos deben ser sencillos de utilizar con sensores automáticos que calibren la imagen o una gestión de flujos, además de adaptables en cuanto a altura, inclinación o giro.
Por su parte, los monitores específicamente pensados para los quirófanos no solo deben contar con una calidad de imagen de alto nivel, sino incluir otras características como la gestión simultánea de señales o la posibilidad de rotar o poner en espejo las imágenes para conseguir una mejor visualización en las operaciones.
Además cumplir con parámetros de higiene en entornos quirúrgicos tan críticos. Por ello, es sumamente importante que incorpore resistencia a agua o polvo para trabajar en este espacio.
Por ultimo, nos fijamos en los paneles de radiología para visualizar radiografías o rayos X. Estos monitores médicos deben garantizar una alta resolución y una calidad de imagen clara sin distorsión y sin ruidos. Además, deben estar preparados para un trabajo constante sin interrupciones, e incluso se puede plantear su transporte para la evaluación de pruebas por diferentes profesionales o la conexión con otros equipos de trabajo.
El valor de los monitores médicos
Como hemos visto, son muchas las funcionalidades concretas que pueden aportar valor en un entorno sanitario. Y es que los monitores médicos cubren una variedad de casuísticas que permiten enriquecer el trabajo de los equipos sanitarios.
Desde la precisión en la imagen hasta la ergonomía pasando por el almacenamiento de imágenes o la automatización de procesos, los monitores médicos cubren demandas que facilita el día a día.
Con ello, los profesionales pueden evaluar las pruebas con más certeza, realizar operaciones más precisas que reduzcan intervenciones posteriores o diagnosticar enfermedades más eficientemente. Unos beneficios que redundan en toda la sociedad y que se escoger y gestionar la tecnología correctamente y sobre los que pueden ahondar en nuestro documento «El poder de la imagen en el sector sanitario».
Pero claramente los monitores médicos son tan solo una parte tecnológica de una estrategia de digitalización sanitaria. A estos monitores hay que añadir equipos que soporten el flujo de las imágenes, servidores que administren los archivos o seguridad que garantice la confidencialidad y tratamiento. En definitiva, una estrategia tecnológica que permita sacar el máximo rendimiento a la innovación TI.
