El mercado telco en España siguen en plena transformación, mientras la consolidación de los grandes se da. El año pasado vimos fusiones que modificaron la estructura del sector y una fuerte inversión en redes de próxima generación, respaldadas por iniciativas gubernamentales, que supusieron mejoras para los consumidores españoles.
La fusión entre operadores como Orange y MásMóvil, completada en 2024, es uno de los ejemplos más destacados de esta consolidación. Este movimiento estratégico ha creado un competidor de peso frente a Telefónica, el actor dominante del mercado español. La fusión no solo ha permitido a estas empresas combinar recursos y capacidades, sino que también ha generado un aumento significativo en las inversiones en infraestructuras críticas, como redes de fibra óptica y despliegues de 5G.
De cara al futuro, se espera que el mercado telco esta consolidación continúe fomentando la innovación y las inversiones en el sector. Sin embargo, también será crucial abordar cuestiones como la competencia y la regulación para garantizar que el mercado siga siendo equitativo y accesible para nuevos actores.
La convergencia de servicios y el uso de tecnologías como la inteligencia artificial en redes podrían ser elementos clave en el desarrollo del mercado telco en España en los próximos años. Por ahora, el despliegue de tecnologías sigue su avance.
A la cabeza en despliegue de fibra en Europa
Uno de los resultados más visibles de esta consolidación ha sido la aceleración en el desarrollo y la adopción de tecnologías de última generación. España ya se sitúa como uno de los líderes europeos en penetración de fibra óptica, con una cobertura que supera ampliamente a la media europea.
En 2024, según la última edición del informe ‘Estado de la Década Digital’ de la Comisión Europea, España se situó entre los tres primeros países de la UE en cobertura de fibra hasta las instalaciones (FTTP), con un 95,21%, y en porcentaje de suscripciones de banda ancha fija con velocidades de descarga superiores a 100 Mbps (93,54%). Esto posicionó al país significativamente por delante de algunas de las economías como Alemania, todavía rezagada en cobertura FTTP (28,80%).
El despliegue de fibra ha sido significativo especialmente en zonas rurales. Aún así, la velocidad está por debajo de otros países europeos, aunque va mejorando. Según Speedtest Intelligence la velocidad mediana de descarga fija en España aumentó de 173,32 Mbps a 210,46 Mbps entre 2023 y 2024.
Además, el despliegue de redes 5G ha avanzado de manera constante, ofreciendo velocidades y capacidades superiores a las redes tradicionales. Estas mejoras benefician directamente a los consumidores, que tienen acceso a servicios más avanzados y competitivos.
A pesar de los avances, España enfrenta varios retos importantes en el sector de telecomunicaciones. Uno de ellos es el rendimiento de las redes móviles, que, según estudios recientes, todavía se encuentra por debajo del de otros países europeos.
