El despliegue de la tecnología Wi-Fi 7 en Europa está en pleno auge, con países como Francia liderando la adopción de esta avanzada tecnología para mejorar y diferenciar las experiencias de fibra multigigabit. La intensa inversión en infraestructuras de fibra óptica ha llevado a una competencia feroz entre los proveedores de servicios de Internet (ISP), quienes buscan diferenciarse no solo en precio, sino también en la calidad de sus servicios, siendo la actualización oportuna a Wi-Fi 7 una estrategia clave en este sentido.
En España, aunque no se dispone de datos específicos sobre la penetración de Wi-Fi 7, el país ha mostrado un sólido desempeño en la adopción de tecnologías de fibra óptica. Y es que todavía las bandas de Wi-Fi 4 y Wi-Fi 5 todavía representaban más del 70% de las conexiones en nuestro país a finales de 2024.
Es por ello que los mercados de Europa occidental con una penetración de fibra muy alta, como España (75% de participación de estándares anteriores de Wi-Fi), Portugal (78%) e Irlanda (84%), presentaban una proporción desproporcionadamente grande de conexiones basadas en estándares de Wi-Fi anteriores, lo que dificulta el rendimiento de su banda ancha en el hogar.
Según informes recientes, España se encuentra entre los tres primeros países de la Unión Europea en cobertura de fibra hasta las instalaciones (FTTP), con un 95,21%, y en el porcentaje de suscripciones de banda ancha fija con velocidades de descarga superiores a 100 Mbps, alcanzando un 93,54%. Esta amplia adopción de la fibra crea un entorno propicio para la implementación de tecnologías avanzadas como Wi-Fi 7, que pueden potenciar aún más la experiencia del usuario en conexiones multigigabit.
La implementación de Wi-Fi 7 en España podría desempeñar un papel crucial en la diferenciación de los servicios de los ISP, permitiéndoles ofrecer conexiones más rápidas y estables en el hogar. A medida que la competencia en el mercado de la fibra se intensifica, la adopción de tecnologías avanzadas como Wi-Fi 7 se convierte en una estrategia esencial para que los proveedores se destaquen y ofrezcan un valor añadido a sus clientes.
En conclusión, mientras que Europa avanza en la adopción de Wi-Fi 7, España cuenta con una infraestructura de fibra robusta que puede facilitar la integración de esta tecnología. La adopción de Wi-Fi 7 por parte de los ISP españoles no solo mejoraría la experiencia del usuario, sino que también les permitiría diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo.
