Microsoft no alcanzará los 1.000 millones de dispositivos con Windows 10 previstos para 2018, reconocen portavoces de la compañía.
Microsoft comentó recientemente que Windows 10 continúa siendo la versión de Windows con un grado de adopción más rápido de la historia y que ya está presente en 350 millones de dispositivos de todo el mundo.
Un dato impresionante pero que sería insuficiente para cumplir las previsiones de la compañía de activar el sistema en los 1.000 millones de dispositivos, por su capacidad multiplataforma que le permite instalarse no solo en PCs, sino en smartphones, tablets o consolas Xbox.
Los motivos son conocidos y van desde la bajada de ventas de PCs y tablets a que el sistema de Microsoft tiene una cuota mínima en móviles inteligentes. Así, la mayoría de activaciones han venido hasta ahora del programa de actualización gratuito desde equipos con Windows 7 y Windows 8.1.
El programa termina el 29 de julio y con ello dejará de activar equipos con Windows 10 porque no es esperable que el usuario que no lo haya hecho gratuitamente, lo hará en el futuro con un coste de 119 dólares.
Las grandes activaciones solo podrán llegar de la venta de equipos nuevos con el sistema preinstalado y viendo la situación actual del mercado, es lógico que Microsoft rebaje las previsiones.
Sí se confía en un impulso por las grandes migraciones corporativas. Windows 10 está siendo especialmente bienvenido en el mercado empresarial donde se espera alcance una adopción del 40 por ciento a mediados de 2016, según informe de Spiceworks. El informe está en sintonía con una encuesta de Forrester Research donde el 49 por ciento de empresas encuestadas aseguraron tener planes para actualizar a Windows 10 en 2016. La última actualización del sistema, Threshold 2, “alcanzó un punto en la madurez de la plataforma para recomendar con confianza el despliegue de Windows 10 en organizaciones enteras”, explicó Microsoft.
