La sorprendente entrada de Microsoft en el sector del tablet bajo marca propia con Surface, ha abierto el debate sobre una supuesta competencia desleal de la compañía frente a partners que comercializarán modelos para el sistema Windows 8 o incluso rumores -poco fundados- del interés de convertirse poco menos que en una segunda Apple.
Sin embargo, fuentes de la industria en Taiwán lo descartan, asegurando que Microsoft no busca ventas masivas de Surface sino impulsar Windows 8 en tablets y que además, el tablet beneficiará a la industria ya que no persigue competir con sus socios.
Los objetivos del lanzamiento serían otros. El primero asegurarse que los dispositivos con Windows RT lleguen al canal retail como y cuando estaba previsto. El segundo es tomar la iniciativa definiendo la dirección de los Windows Tablet PC para el futuro, y el tercero, estimular a sus socios OEM para aumentar su participación en Windows RT y en la creación de aplicaciones bajo la interfaz de usuarios Metro.
Google ya ha empleado esta estrategia con el smartphone de marca propia Nexus y el próximo lanzamiento de un tablet económico fabricado por ASUS bajo la misma marca. El movimiento de Google no ha afectado a su relación con socios ni a sus ventas, enfocando los modelos internos principalmente al desarrollo de Android.
Por ello, y al igual que Google, Microsoft no se plantea en ningún caso convertirse en una segunda Apple controlando en su totalidad hardware, software y la comercialización de sus productos.
La comercialización (exitosa) de Xbox y su línea de periféricos (ratones, teclados o webcams) serían las únicas líneas que permitirían hablar de una ‘Microsoft como Apple).
Su gran negocio seguirá siendo el software y el modelo de licencias con desarrollos como la suite ofimática Office y el sistema operativo Windows como grandes estrellas.
