Un juez de Dusseldorf acaba de darle buenas y malas noticias a Samsung. En primer lugar, ha aprobado las ventas del Galaxy Tab 10.1N en Alemania, pero, en segundo lugar, ha extendido la prohibición de vender el Galaxy Tab 7.7 desde Alemania a toda la Unión Europea.
Y es que la guerra por patentes entre Apple y Samsung sigue al rojo vivo. Los de Cupertino le reclaman a la surcoreana 2.500 millones de dólares, cantidad por la que dejaría de lado sus acusaciones de infracción de patentes. Lo cierto, es que esta batalla ya parece objeto de risas entre los jueces de todo el mundo.
Recientemente, un juez de Reino Unido indicó que Samsung no infringía patentes de Apple porque los dispositivos de esta última eran “más guays” y obligó a Apple a disculparse públicamente. Ahora, una jueza australiana ha calificado el enfrentamiento de ridículo y habría amenazado con obligarles a resolverlo con café y bizcocho. ¿Tarde de merienda entre Apple y Samsung?, ¿lo veremos algún día?
