Groupon y el resto de páginas de compra colectiva han conseguido reencontrar una nueva forma de venta. Una fórmula que no todo el mundo comparte pero que parece, a juzgar por un estudio de Forrester Consulting, que consigue llamar la atención de los consumidores. ¿Hasta qué punto los cupones on-line son un incentivo de éxito? ¿Merecen la pena?
El estudio de la consultora está abanderado por la web de cupones on-line Retailmenot. Con esta premisa ya sabemos que los resultados no pueden ser muy negativos para este tipo de portales. Sin embargo, veamos los resultados para después intentar responder a las preguntas que planteamos.
El 68% de los usuarios consultados consideran que los cupones on-line tienen un impacto positivo en la imagen corporativa repercutiendo en la fidelidad de los mismos. Ademas, un 64% considera que este tipo de promociones son el aliciente perfecto para convertir en compradores a usuarios indecisos.
Los móviles siguen siendo una tendencia también en este sector. El 47% está dispuesto a encontrar nuevas marcas vía smartphones. De hecho, una de cada tres directamente compra sobre dispositivos móviles. El estudio confirma que los usuarios de móviles son proclives a gastar más.
¿Y la realidad?
Es cierto que el estudio enmarca un bonito panorama para los cupones on-line. Una tipología de compra que ha ido creciendo -y lo hará un 11% más en 2014– y donde ya podemos ver desde servicios hasta artículos de moda, cocina y por supuesto, electrónica de consumo. Un modelo de compra que gusta a los consumidores.
Sin embargo, tiene sus peros. Las compras colectivas obligan a los comercios a reducir su margen de beneficio. Para poder atraer a un buen número de clientes es necesario ser muy agresivos y esto puede afectar a nuestra cuenta de resultados.
Por supuesto, las ofertas agresivas funcionan pero ¿fidelizan? No siempre. Muchas veces se traducen en usuarios puntales que solo visitarán nuestro establecimiento en esa ocasión llevados por la «ganga» en cuestión. Un hecho que nos puede afectar a largo plazo.
Pero no todo son malas noticias. Las compras colectivas basadas en cupones on-line pueden ser una alternativa para eliminar inventario o una buena idea para una acción puntual en la que necesitamos gran masa de público. El ejemplo más evidente podría ser el de una inauguración de una nueva tienda.
Aunque, como decimos, el cliente «oportunista» es el más habitual, intentar fidelizarlo también está en nuestras manos. Solicitar sus datos para enviar nuevas ofertas, utilizar métodos de fidelización alternativos o proporcionar nuevas ofertas nada más terminar el servicio pueden ser opciones clave para no perder a este consumidor.
¿Qué te parecen los cupones on-line? ¿Crees que son rentables a largo plazo?
