Microsoft ha vuelto a rebajar el precio de Xbox One, dejando la consola de videojuegos de sobremesa en 349 dólares, en una fijación de precios que en los últimos tiempos está siendo caótica.
Aunque Microsoft juró que “jamás veríamos una Xbox One sin Kinect”, la fría realidad de los números la obligó a comercializar un pack sin el periférico para abaratar considerablemente el precio de la consola, desde los 499 dólares del lanzamiento a 399 dólares como precio oficial.
Posteriormente, durante la campaña navideña, Microsoft volvió a rebajar la consola a 349 dólares con pack básicos que ofertaban algunos de los juegos de su catálogo.
Una vez terminada la campaña, Microsoft volvió a anunciar que el precio regresaba a los 399 dólares oficiales. Ahora, solo ocho días después, la compañía vuelve a situar la Xbox One en 349 dólares.
Microsoft explica que este precio es «especial» y una «promoción» y deja caer que puede variar en el futuro, suponemos dependiendo de las ventas frente a la PS4 de Sony. Aún así, convendría clarificar la fijación de precios y de paso extenderlo a otros mercados como el europeo, tal y como esperan los usuarios.
