Xiaomi comenzará la próxima semana un nuevo capítulo en su expansión internacional comercializando su primer smartphone producido fuera de Asia.
Será en Brasil, con el modelo Redmi 2, un terminal de gama media con precio de venta de 160 dólares que además será fabricado localmente, después de un acuerdo de la compañía con Foxconn, el productor desde 2011 de los iPhone de Apple que se venden en el país.
Un acuerdo por el que todos los terminales Xiaomi vendidos en Brasil serán fabricados en el país sudamericano, con una población de 200 millones de personas. Será la primera etapa de un gran desembarco en América Latina que apunta a otros países como México y Colombia.
«Un cambio de juego en el mercado brasileño», indicó el responsable de la expansión Hugo Barra, el que fuera el vicepresidente de gestión en Android y salió de Google como flamante fichaje de la firma china, asegurando que era solo el comienzo porque pretende ampliarse a Brasil, Rusia y Turquía.
También Europa donde recientemente lanzó su tienda Mi Store aunque sin smartphones. La compañía fue una de las grandes triunfadoras de 2014, no solo por triplicar el número de terminales vendidos hasta 61,2 millones, sino por ingresar 12.000 millones de dólares y convertirse en la start-up de más valor del planeta.