A pesar del fiasco de la primera generación de Google Glass, el gigante de Internet no renuncia a su proyecto de gafas de realidad aumentada, sobre el papel uno de los wearables más atractivos de los últimos años.
A diferencia del enfoque a consumo, el nombre de la próxima versión, Google Glass Enterprise Edition, ya establece que su destino será otro. Tendrá una pantalla más grande y un procesador Intel Atom de bajo consumo fabricado en procesos de 14 nanómeros, aumentando la potencia del original y su autonomía.
La información filtrada también afirma que Google está experimentando con una batería externa que se conecta a la nueva Glass Google para extender la vida de la batería.
Google también abordaría los problemas de emisión calorífica del modelo original y mejoraría su conectividad, utilizando el nuevo estándar Wi-Fi 802.11 ac con soporte de doble banda de 2,4 GHz y 5 GHz.
Los usuarios de Glass también se quejaron de fatiga visual en algunas posiciones. El prisma de mayor tamaño que se utilizaría solucionaría las cuestiones de visión periférica y fatiga visual. El trabajo de desarrollo de aplicaciones empresariales sería otra baza a jugar por estas Google Glass Enterprise, segundo intento de las gafas conectadas de realidad aumentada.