Los gastos de envíos son una de las barreras del comercio electrónico. Un coste añadido a la compra on-line del que depende, en gran parte, si se finaliza un pedido o no. Y en España el precio medio no es precisamente bajo; 8,58 euros de media, según un estudio de la Comisión Europea.
En Austria, Bélgica o Países Bajos los precios son inferiores a los dados en España. Respectivamente, los consumidores de estos lugares pagan una media de 4,44, 6,50 y y 6,95 euros. La media española es superada en Italia donde el envío de paquetes alcanza los 9 euros.
Enviar un paquete desde Bélgica a España puede costar 32 euros
Pero los datos más sangrantes se encuentran en los gastos de envío en el comercio electrónico entre países miembros de la Unión Europea. Si por ejemplo un comprador español solicita un artículo de Bélgica o Países Bajos, el importe de los gastos de envío medio podría ser de 32,74 euros.
Todo ello motiva que el tránsito del negocio on-line transfronterizo en la UE sea más bajo del que podría alcanzarse. Aún así, cada año se encargan y envían 4.000 millones de paquetes dentro de la Unión Europea.
A por el comercio internacional
A medida que los organismos competentes como la Comisión Europea con el Mercado Único Digital van apoyando el negocio on-line, el comercio internacional tiene más opciones de ser una propuesta real.
Aunque trasladar el negocio fuera de nuestras fronteras, es un paso complicado y costoso, las oportunidades están ahí. Potencias europeas como Francia, Alemania o Países Bajos necesitan productos y servicios tecnológicos que podemos ofrecer. Dar el salto y aprovecharlo es nuestro reto.
