La analítica o el Big Data se encuentran entre las prioridades de empresas y partners. El ansia por absorber los datos, generados por la incipiente era de Internet de las cosas (IoT), es ya una máxima corporativa que no siempre se ejecuta como se debe.
IHS ha analizado el sector del IoT donde pronostica que desde los más de 15.000 millones de volumen de negocio de 2015 alcanzará los 75.000 millones de dólares en 2025. Un mercado explosivo donde el análisis del dato será esencial para convertirlo en una realidad rentable.
En este sentido, la consultora ha plasmado en un gráfico la evolución perfecto del dato. Desde un simple nombre, número o código hasta alcanzar el estado de sabiduría que proporciona el mundo conectado. Para alcanzar este momento óptimo es necesario transformar el dato en información y después, en conocimiento.
El dato no solo es clave en cuanto a su análisis sino también en materia de almacenamiento y protección. Los grandes del sector y su canal de distribución ya se preocupan por este aspecto que marca la diferencia entre uno y otros. Y es que el poder del dato tiene muchos flancos que recorrer.
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