Cuando el negocio de las cámaras de acción parece que pierde fuelle a medida que madura y se copa de competidores, GoPro busca nuevas vías de ingresos. La última viene en forma drone. Denominado Karma pretende ser una nueva vía de escape para salvar a la compañía.
Hasta ahora, GoPro integraba sus cámaras de acción en dispositivos de otros fabricantes. Sin embargo, con este nuevo lanzamiento, el fabricante dispone de una solución de principio a fin para grabar eventos o sacar fotografías de altos vuelos de paisajes o deportes de riesgo.
GoPro Karma puede alcanzar una velocidad máxima de 56 kilómetros por hora, una distancia máxima de 1 kilómetro a una altura de máxima de 4.500 metros. Su resistencia al viento es de 35 kilómetros por hora y pesa algo más de un kilo. El paquete incluye además una batería, un cargador, empuñadura y un estabilizador para conseguir una experiencia total.
La idea es que el drone Karma pueda ser utilizado por cualquier usuario. De ahí que tanto la interfaz como el propio sistema sea sencillo e incluso permite que se pueda compartir la gestión del control con amigos desde otros dispositivos. Quizas lo menos atractivo es su precio: 869 euros en España y estará disponible a partir del 23 de octubre.
